SILVANA ANDREA SERNA ARIAS


SILVANA ANDREA SERNA ARIAS
LICENCIATURA EN LENGUA CASTELLANA
SEMESTRE 6 GRUPO 01-CREAD TUNAL
CODIGO: 083004272011



TUTORÍA 1

TEMA: LA NATURALEZA DE LA LITERATURA Y SU PEDAGOGÍA.

PREGUNTAS GENERADORAS

1-¿CÓMO SE DEBE CONCEBIR LA LITERATURA?

La literatura se debe concebir  como  una idea generalizada en  la de que la realidad, en nuestro caso la realidad colombiana o latinoamericana supera la imaginación, la trascendencia de la literatura en el alma y la vida de los hombres surge siempre del choque entre la épica, es decir, la historia, la realidad, y la utopía o la imaginación, entre el ser y el deber ser que la filosofía ha develado,
Consideramos que una literatura es profundamente crítica cuando toca el terreno del deber ser porque nos está hablando de su inconformidad con el mundo actual o presente. La literatura, como arte de ficción, puede acercarse, a veces mucho más que el discurso histórico, no a la realidad, pero sí a la verdad, mayoritaria aunque siempre parcial, de los que no han tenido voz y que en últimas son los que han producido los grandes cambios del mundo
 García Márquez, en el cuento "Los funerales de la Mamá Grande", critica el discurso histórico oficial, la Historia contada por las clases dominantes: es así cómo en nuestra opinión está concebida la literatura, observando su concepción desde el principio,  y haciendo un paralelo con la idea de Márquez, donde resalta los pormenores de esta conmoción nacional, antes de que tengan tiempo de llegar los historiadores".(1)
Para concluir La idea de concebir la literatura como manifestación humana que se justifica en razón de la magia, lo insólito, lo absurdo, términos que se tocan con el concepto de utopía, no significa solamente la construcción ficcional de un país ético como en Moro, Huxley o Swift. Tampoco habría que parcializar el término en su viejo sentido socio-político. La utopía en literatura tiene que ver con la construcción de mundos o personajes o espacios que partiendo de la realidad le abran al lector, a través de la magia y la palanca de lo insólito, ciertas claraboyas por donde pueda percibirse la complejidad del mundo.

2- AL DEFINIR LA LITERATURA CÓMO ARTE POÉTICO ¿QUÉ ELEMENTOS SE INTEGRAN?

Los elementos que  se integran en la literatura vista como un arte poético, tienen carácter teológico y alegórico. Debido a que incide la  alegoría  que puede entenderse, en este sentido, como una temática artística o una figura literaria utilizada para simbolizar una idea abstracta a partir de recursos que permitan representarla, ya sea apelando a individuos, animales u objetos, la que fue vista por el escritor Gonzalo de Berceo,( . 1197 - antes de 1264),en su obra “Milagros de Nuestra Señora”, como una representación a si mismo en una naturaleza idealizada, descanso del hombre, que simboliza las virtudes y perfecciones de la Virgen.(2)
En lo teológico de la literatura se entiende como en elemento, o término  que fue contrastado por Platón en su obra “La República”. El filósofo griego lo utilizó para nombrar al entendimiento de lo divino a partir del uso del raciocinio. También procede de la gran Reforma del siglo XVI cuyo objetivo era volver a los orígenes. Proclama la importancia de respetar la autoridad soberana de Dios que se encuentra citada en los libros de la tradición Hebreo-cristiana. (3)
3- EN QUÉ PROCESOS Y QUE PRINCIPIOS DEBE FIJARSE LA  HISTORIA DE LA PEDAGOGÍA DE LA LITERATURA PARA RESPONDER A LAS DIFERENTES INQUIETUDES PRESENTADAS POR ESTANISLAO ZULETA?
En los principios y procesos que debe fijarse la  historia de la pedagogía de la literatura, según Estanislao Zuleta quien  dedicó su vida a la lectura, a la reflexión y a una apasionada labor pedagógica, es sobre  una necesidad de acción y una invitación a la acción, los elementos que están presentes allí van desde .... Conocimiento sólido y el pleno desarrollo de los principios de autoformación los ... procesos y momentos por los cuales ha pasado la pedagogía de la literatura, en la historia.

4. ¿CUÁL ES LA IMPORTANCIA DE ENSEÑAR DE PENSAR Y DE INTERACTUAR A LOS ESTUDIANTES DESDE UNA PERSPECTIVA PERSONALIZADA?

Tratar de indagar en el quehacer pedagógico de los docentes con el objetivo de favorecer un cambio y una optimización del mismo, supone entre otras cosas considerar y analizar lo que realmente piensan en torno al trabajo que les ocupa. Efectivamente, consideramos la importancia de tener en cuenta, cuando menos, lo que el docente piensa y defiende en torno a la realidad educativa en general y a la formación ética y moral en particular. Para tratar de alcanzar dicho objetivo nos vemos en la necesidad de situarnos en una perspectiva psicológica particular a la hora de considerar la naturaleza mental en el campo de las concepciones de los docentes sobre la realidad educativa.
La importancia de La educación personalizada se apoya en la consideración del ser humano como persona con potencialidades para explorar, cambiar y transformar el mundo. Las características esenciales incluidas en el concepto de persona de las que se derivan las orientaciones para ofrecer una educación personalizada son: singularidad – originalidad – creatividad, autonomía – libertad – responsabilidad, apertura – comunicación y trascendencia.

5. ¿QUÉ RELACIÓN SE ESTABLECE ENTRE LA LITERATURA Y LA EDUCACIÓN EN EL MARCO DE LA SOCIEDAD, LA HISTORIA Y LA CULTURA?

La Historia ha demostrado que requiere de la Literatura en el momento en el que se necesita escribir sobre algún acontecimiento, recopilar documentos y explicar hechos. De esta manera, podemos encontrarnos con las novelas históricas, así como también la Literatura necesita de la Historia, porque requiere de temas para sus escritos, no solamente de novelas, sino también de poemas, discursos, etc.
También la educación tiene importantes aportaciones a la psicología humana a causa de las relaciones con los demás y esta puede servir para crear una sociedad más solidaria, más comprometedora, más democrática y con una aptitud más progresista.
La educación participa en la vida y el crecimiento de la sociedad, así en su destino exterior como en su estructuración interna y en su desarrollo espiritual, y puesto que el desarrollo social depende de la conciencia de los valores que rigen la vida humana, la historia de la educación se halla esencialmente condicionada por el cambio de los valores válidos para cada sociedad.

6. DESDE LA VISIÓN COGNITIVA ¿QUÉ COMPETENCIAS DESARROLLA LA PEDAGOGÍA DE LA LITERATURA?

Por su parte, la pedagogía de la literatura obedece a la necesidad de consolidar una tradición en las y los estudiantes a través de la generación de procesos sistemáticos que aporten al desarrollo del gusto por  la lectura, es decir, al placer de leer  poemas, novelas, cuentos y otros productos de la creación literaria que llenen de significado la experiencia vital de los  estudiante y que, por otra parte, les permitan enriquecer su dimensión humana, su visión de mundo y su concepción social a través  de la expresión propia, potenciada por la estética del lenguaje.
Pero al mismo tiempo que se busca el desarrollo del gusto por la lectura, se apunta a que se llegue a leer entre líneas, a ver más allá de lo evidente, para poder reinterpretar el mundo y, de paso, construir sentidos transformadores  de todas las realidades abordadas. Se busca entonces desarrollar en el estudiante, como lector activo y comprometido, a la formación en  literatura, donde se busca también  convertir el goce literario en objeto de comunicación pedagógica para incidir en el desarrollo  de competencias relacionadas con lo estético, lo emocional, lo cultural, lo ideológico, lo cognitivo y lo pragmático. En tal sentido, se requiere abordar la obra literaria en la escuela, de tal suerte que se generen lectoras y lectores críticos de su propia cultura, creativos y sensibles ante el lenguaje poético, con un amplio conocimiento cultural y con la disposición necesaria para disfrutar la ficción literaria y la libertad expresa de poder leer cuando y como se desee.
De allí se propenda por una pedagogía de la lectura centrada básicamente en la apropiación lúdica  critica y creativa de la obra literaria por parte del estudiante; es decir, se espera que conozca el texto, lo lea, lo disfrute, haga inferencias, predicciones, relaciones y, finalmente, interpretaciones.
Pero también se espera que ese contacto con la literatura con la literatura le permita explorar, enriquecer  y expresar la dimensión estética de su propio lenguaje. Para ello, se parte del criterio de leer todo tipo de textos, de cualquier época, región, autor, género y temática, pues lo más importante en este campo  es lo que,  desde el papel del docente, se pueda hacer con la obra literaria, y no tanto “que tipo de texto leer”, es decir, se pretende que se lea la  obra con una perspectiva de análisis que favorezca el desarrollo de procesos psicológicos superiores como los implicados en el pensamiento, la creatividad y la imaginación. 

7.¿QUÉ ASPECTOS  SE DEBEN CONSIDERAR EN EL ANÁLISIS DE UNA OBRA LITERARIA?

Analizar una obra literaria consiste en estudiar el fondo y la formar del discurso literario. El análisis del mismo conlleva a escudriñar, qué dice la obra y profundizar en el contenido, en otras palabras; es abordar el fondo y la forma de esa organización de enunciados que conducen al significado y al significante. Los rasgos expresivos que caracterizan la obra literaria, son el motivo principal de su existencia y, está a su vez, contribuye a comprender la unidad.
Para realizar un correcto análisis literario, se deben seguir unas pautas, generalmente las mismas, y analizaremos el texto con el máximo detalle posible, dándonos cuenta de todas las partes en conjunto y por separado. La complejidad de dicho análisis literario dependerá mucho de cuánto queramos profundizar y hasta dónde estemos dispuestos a llegar en dicho análisis.
Resulta importante conocer aspectos geográficos e históricos de la obra literaria, ya que esta influencia se ve reflejada en otras mismas obras de la misma época o cultura.
Un análisis literario puede dividirse en 6 pasos que a continuación enumeramos y listamos para que se localicen de manera fácil y sencilla. Los seis pasos para el análisis literario son los siguientes:

PASOS PARA EL ANÁLISIS LITERARIO

1 - Determinación del tema
2 – Determinación de la estructura
3 – Determinación de la forma
4 – Caracterización de los personajes
5 – Biografía del autor
6 – Conclusiones

Lo más importante antes de realizar cualquier tipo de análisis literario es sin duda la correcta lectura de la obra o del libro. Puede tratarse de un cuento o una narración infantil, así como de una novela o de un ensayo. En función del tipo de obra literaria que se trate, la deberemos leer según las pautas marcadas, siendo la novela la más larga pero a la vez la más sencilla de analizar, y por el contrario, encontramos el ensayo o la prosa como el análisis más dificultoso de todos.
Una vez establecida la época en que la obra fue realizada y para que tipo de personas estaba dirigida, nos centraremos en conocer la influencia que puede causar a esas personas a las que va dirigida. Trataremos de conocer el mensaje de fondo o la moralina que el autor quiere dejar plasmada, así como el tipo de lenguaje literario que usa, las expresiones más utilizadas, las metáforas o las figuras literarias que utiliza, etc.
El argumento de la obra se puede considerar como un resumen que deja claras las principales ideas del autor y relata en pequeños rasgos la forma y la esencia de la obra. Se deben enumerar los principales personajes de la obra y resaltar las características que los diferencias a unos de los otros, siempre desde el punto de vista del autor y desde el punto de vista del lector, ya que en ocasiones estas mismas características difieren mucho de la idea de un personaje bueno o de uno malo tanto para el autor como para el lector de la obra literaria.
Al final, el propósito de un análisis literario no es otro que la de dejar plasmado todas las características de una obra analizadas desde todos los puntos de vista posibles y no simplemente ciñéndonos a las ideas contemporáneas o geográficas del momento. De este modo cualquier persona puede llegar a entender la obra aunque su cultura sea diferente a del autor o viva en una época muy futura a la que tuvo lugar mientras el autor la escribía.
Por último, podemos añadir a nuestro análisis crítico nuestra propia opinión. Podemos dejarnos llevar y criticar a nuestro gusto. Plasmar nuestras propias ideas dejando clara nuestra postura respecto a la obra. Si nos gusta o la despreciamos, nuestra opinión sobre el final de la obra, si cambiaríamos o no cambiaríamos nada.

8.¿CUÁL HA SIDO EL ALCANCE DEL TALLER PEDAGÓGICO COMO ESTRATEGIA?

El taller pedagógico crea un espacio en la escuela donde el profesor pueda debatir, reflexionar, proponer y recibir informaciones y conocimientos de diferentes prácticas didácticas metodológicas realizadas en el medio de su actuación, crea un conjunto de material didáctico teórico y experimental donde se incluya instrumental pedagógico, modelos y juguetes, planos de construcción y aplicación, artículos, libros, revistas… todo lo que, de alguna manera pueda prestar ayuda al trabajo del profesorado.
Asesora al profesorado en su acción educativa mediante la multiplicación y divulgación de cursos, experiencias de otros profesores, préstamo de material para investigación, proporciona reflexiones sobre respuestas didácticas concretas, junto con la utilización de materiales simples en el desarrollo de actividades experimentales y lúdicas en la enseñanza de las diversas áreas de conocimiento; desarrolla proyectos de trabajo fundamentados en los contenidos desarrollados dentro de cada serie y dentro de las perspectivas propuestas por los propios profesores para ser incluidos en la colección del taller.
Por otro lado los talleres adaptan la Escuela al niño para que éste pueda desarrollar al máximo todas sus capacidades, consigue una Escuela inmersa en la realidad, donde se aprenda a partir de las vivencias del niño y donde se le enseñe a tener una actitud crítica ante lo que le rodea, valora a todos y cada uno de los niños tal y como son, ayudándolas a reconocer sus capacidades y las de los demás, potenciando de esta forma la auto confianza y la autoestima.
Establece entre el profesorado una dinámica de trabajo donde se potencie la búsqueda de nuevas formas de hacer, para mejorar la praxis educativa, conseguir una Escuela abierta y participativa con el entorno.
Tendremos que preparar un niño que busque soluciones ante distintas problemáticas. Un niño que tenga capacidad de expresión e iniciativa, pues esto le hará tener seguridad en sí mismo, y será capaz de tomar decisiones.
Para que esto sea viable, cada Taller estará preparado con materiales, actividades, objetivos…; que abarquen el proceso de enseñanza-aprendizaje de los niños que vayan a asistir a él.
Los grupos, que se corresponden con el grupo-clase, irán pasando por los determinados Talleres en distintas sesiones de trabajo a lo largo de la semana. Así el niño tendrá acceso no sólo a su clase y su profesor, sino a varios espacios y profesores del Centro.
La Metodología de trabajo que utilizará con el niño estará basada en el concepto de enseñanza-aprendizaje del que ya hemos hablado: partir de sus experiencias y llegar a la utilización de todos los conceptos aprendidos.
El niño será responsable de su trabajo en todo momento, llevando unas pautas de autocontrol de su tarea.
Un punto importante de esta Metodología de Talleres, será el tener en cuenta la Globalización y la Interdisciplinariedad de las áreas. Cuidaremos que todos los aprendizajes, con independencia del área al que correspondan, se aprendan con la misma Metodología y además estén relacionados unos con otros.
La creación de un taller pedagógico sale al paso de las necesidades de aquellos educadores que intentan innovar en su acción con los alumnos.
El taller tendrá como meta llegar a dominar todas las modalidades de enseñanza y las áreas de conocimiento que se realizan en las distintas unidades de trabajo. Mediante proyectos valorados por los profesores y presentados a los coordinadores del taller, los educadores tendrán acceso al espacio físico y/o al material necesario para desarrollar con los niños el trabajo que se pretende.
El taller, entre otras actividades, estará abierto a encuentros, debates, impartición de cursos y grupos de reflexión que tengan propuestas afines y pretendan ponerlas en común.
En los talleres pedagógicos existirá siempre una gran preocupación por la interdisciplinariedad para impartir cursos y proporcionar oportunidades de encuentro a los profesionales de la educación que persiguen los mismos objetivos, esto es, que pretenden utilizar materiales específicos y reflexionar sobre el acuerdo entre teoría y práctica para mejorar el nivel de aprendizaje.
El taller pedagógico puede organizar proyectos como: periódico escolar, biblioteca, museo de ciencias, huerta, jardín, juegos educativos, excursiones, etc.
Puede además promover cursos y encuentros entre profesores para el mejor aprovechamiento de los alumnos.


Carmen Bobes y otros (1993), Historia de la Teoría literaria, 2 vols. I: La Antigüedad Grecolatina, Madrid, Gredos.
http://es.DiccionarioRealAcademiaDelalengua.org/wiki/Gonzalo_de_Berceo
http://definicion.de/teologia/#ixzz2dMcTUKvZ




TRABAJO INDIVIDUAL

LITERATURA UNIVERSAL

El Decamerón es un libro constituido por cien cuentos, algunos de ellos novelas cortas, terminado por Giovanni Boccaccio entre 1351 y 1353, donde se desarrollan tres temas principales: el amor, la inteligencia humana, y la fortuna. Las primeras copias se leían, se intercambiaban e incluso robaban. Éstas estaban en manos de mercantes y fueron de pasatiempo para los lectores más comunes e ingenuos de la época.

Para engarzar las cien historias, Boccaccio estableció un marco de referencia narrativo. La obra comienza con una descripción de la peste bubónica (la epidemia de peste negra que golpeó a Florencia en 1348), lo que da motivo a que un grupo de diez jóvenes, siete mujeres y tres hombres que huyen de la plaga, se refugien en una villa en las afueras de Florencia.

Con el fin de entretenerse, cada miembro del grupo cuenta una historia por cada una de las diez noches que pasan en la villa. Además, cada uno de los diez personajes se nombra jefe del grupo cada uno de los diez días alternadamente. Cada día, a excepción del primero y noveno en que los cuentos son de tema libre, uno de los jóvenes es nombrado «rey» y decide el tema sobre el que versarán los cuentos.

El Decamerón se encuentra estructurado de la siguiente manera: una introducción que hace de la peste el marco general del texto y diez jornadas. Éstas últimas podrían sintetizarse bajo los rótulos que se detallan a continuación:

Jornada I - Ciappelletto (Judas)- Vicios;
Jornada II Y III - Fortuna y mercantilización;
Jornada IV - Cuentos de amor con final trágico;
Jornada V - Cuentos de amor con final feliz;
Jornada VI, VII Y VIII - Ingenio;
Jornada IX - Microcosmos;
Jornada X - Griselda (María).

El especialista en literatura medieval Vittore Branca ha explicado en su texto Bocaccio y su época lo que él considera una estructura gótica de la obra. Según esta, los cuentos se emplazan bajo una dinámica ascensorial donde San Chiappelletto condensa los vicios (Jornada I) y Griselda la máxima pureza (Jornada X) evidenciándose, al estilo arquitectónico gótico, una imagen de depuración a medida que avanza la obra. También Branca se refiere al carácter bifronte del Decamerón destacando lo cómico versus lo trágico, lo vulgar en oposición a lo cortés y lo vicioso-heroico del texto. También esta especie de dualidad es evidente en los personajes citados (Ciappelletto-Griselda), los cuales podrían interpretarse bajo la antítesis Judas-María.


http://es.wikipedia.org/wiki/Decamer%C3%B3n



TUTORÍA 2

TEMA. CARACTERIZACIÓN DE LA PERIODIZACIÓN 


PREGUNTAS GENERADORAS 

1- ¿A QUÉ SE DEBE EL ESTABLECIMIENTO DE DIVISIONES EN EL DOMINIO VASTÍSIMO DE LA LITERATURA?

Hacer de la literatura y las reflexiones sobre el valor estético y literario un orden crucial del pensamiento, no es algo que es simplemente  secundario. Su objetivo es vigilar las fronteras de lo que es y no es permisible dentro del ámbito de la crítica literaria y cultural latín, en un momento en el que muchos de sus supuestos fundamentales han sido puestos en duda interna y externamente, incluyendo la idea de Latinoamérica como tal (Beverley 2007, 164).
Cornejo Polar dio cuenta del "[...] espesor y la densidad de los procesos histórico-literarios del siglo XIX [dentro del cual] caben contiendas que invalidan toda imagen unilateral y cohesiva y ponen énfasis en la conflictividad de sociedades y culturas que se desencuentran una y otra vez en un espacio que dispersa los ejercicios semióticos de sujetos a la vez entreverados y distantes" (Cornejo 1995a, 23).

2-¿QUÉ APORTES SE HAN HECHO AL CONCEPTO DE PERÍODO EN LA LITERATURA?

Mencionamos algunas características más relevantes acerca de la literatura como período.

Los griegos concedieron gran importancia a la literatura y el teatro.

La clasificación de los géneros literarios que aún hoy pueden ser válida, se debe a Aristóteles.
En la poética de Aristóteles distingue entre:

Poesía Épica o Epopeya: Donde se celebran hazañas de los héroes o de pueblos.
Poesía Lírica o Elegía: Donde el poeta se expresa en un tono personal e íntimo, habla de sí mismo, de sus emociones y sentimientos, es subjetivo.
El sistema de versificación no se basaba en la rima sino en la cantidad de sílabas. De ella derivan los sonetos, las elegías, los romances, las odas y todas las formas de versificación.
Teatro: El género dramático tuvo su origen en la poesía coral que se cantaba durante las fiestas que se celebraban en honor del dios Dionisios. Las fiestas Dionisiacas tenían lugar en la primavera y duraban tres días, durante los cuales se sacrificaba una cabra.
Las representaciones mantenían su carácter religioso, el tema era la relación del hombre con los dioses que dominan el universo y el destino humano.
Podemos distinguir tres géneros: La tragedia en la cual el personaje se enfrenta a los dioses y a su destino.
El Drama, donde el hombre se enfrenta a sus propias pasiones.
La Comedia, donde se enfrentan a otros hombres.

3- PORQUE ES NECESARIO ELEGIR CRITERIOS PARA FUNDAMENTAR Y DEFINIR LOS PERÍODOS LITERARIOS?

El siglo XIX vio desarrollarse la otra gran disciplina que se ocupa de los estudios literarios, que es la Historia de la Literatura. Ésta es una rama de los estudios generales de Historia o, más en particular, de los estudios de Historia de la Cultura; también existen los Estudios de Estética, que en su aplicación a los estudios literarios han llevado al desarrollo del Nuevo Comparatismo y de la Estética Comparada (que compara los textos literarios con las artes plásticas), o bien la tradicional Kuntsges chichtliche Grundbegriffe, expuesta por O. Walzel de forma teórica, que enfoca la Literatura bajo el prisma de la Historia del Arte.
La Historia de la Literatura tiene un enfoque universal o nacional, aunque este último sea, con mucho, el más común. Las historias de la literatura nacionales se constituyeron como materia autónoma en pleno siglo XVIII y se revitalizaron gracias al Romanticismo; éstas se ocupan de los textos literarios escritos en una misma lengua (española, francesa, inglesa), con un respeto que a menudo resulta tan ilógico como enojoso de las divisiones políticas o administrativas. Por esa razón, hay una historia de la literatura inglesa y otra norteamericana; una historia de la literatura española y otra general para Hispanoamérica o particular para cada una de las naciones de aquel continente.
El sinsentido se pone claramente de manifiesto al comprobar que el estudio de la denominada Literatura Colonial (siglos XVI a XIX) se ha desvinculado por completo de la literatura española, aun cuando España y el Nuevo Continente eran una misma entidad administrativa y cultural; del mismo modo, la política se aplica con carácter retrospectivo y se segrega a Sor Juana Inés de la Cruz del conjunto de la literatura española áurea o bien México y España se disputen a un escritor teatral como Juan Ruiz de Alarcón, por haber nacido en el Nuevo Continente y haber desarrollado su obra en la Península. Como se ha indicado, tales disputas carecen de todo fundamento, como también parece excesivo dejar fuera de la cultura española a ese héroe independentista de Filipinas que fue Felipe Rizal.
Otro exceso de la misma índole pasa por historiar toda la literatura escrita en el suelo patrio y atender más a la geografía que a la cultura. Por ejemplo, carece de todo sentido, como vemos en la Historia de la Literatura Española de los hermanos Mohedano en el siglo XVIII, estudiar a Séneca, Quintiliano o Marcial dentro de la literatura española sólo porque nacieron en España. Ellos son, por el contrario, grandes representantes de la cultura y la literatura romanas, pues su lengua era el latín y, desde el punto de vista administrativo y cultural, Hispania no era sino una parte de Roma. Sin necesidad de comulgar con las ideas de Américo Castro, no parece lógico subordinar bajo literatura española manifestaciones que nos remiten a la Antigüedad, como tampoco parece lógica la consideración de otras lenguas diferentes del castellano y dialectos afines.
No obstante, los estudios de la literatura española habrán de tomar en consideración la literatura clásica o las literaturas semíticas en numerosos momentos; es más, nunca se deberá segregar aquella parte de la producción de un autor que escrito en otra lengua. De hecho, y por poner tres ejemplos próximos, Alfonso de Palencia, Alfonso de Cartagena o Antonio de Nebrija. Sólo se comprenden cuando estudiamos sus textos vernáculos en compañía con los que compusieron en latín; del mismo modo, es necesario tomar en consideración la obra completa de un autor, aunque se haya servido de dos o más lenguas vernáculas, que es el caso de Alfonso X o Gil Vicente, o del romance y una lengua semítica, como vemos en Sem Tob de Carrión.

4- QUÉ AVANCES SE HAN  LOGRADO A TRAVÉS DE LOS ESTUDIOS

El contraste analítico, reflexivo y crítico se establece en las distintas teorías como:
Teoría según su origen es “mirar, contemplar” por tanto atendiendo a su naturaleza y función la teoría es ideológica, doctrinal, organizativa y prescriptiva. Sobre todo hay que destacar la función prescriptiva en cuanto nos dicta normas sobre cómo se debe construir o cómo está construida o creada la obra literaria. De ahí que se establezca una distinción entre teoría literaria a priori y teoría literaria a posteriori.
Teoría literaria a priori: aquella que realiza por lo general los propios creadores ofreciendo normas sobre la creación literaria (la filosofía de la composición, cómo se construye un soneto...).
Frente a la teoría literaria a priori hay otra a posteriori: cuando el teórico se ocupa tanto de la teoría literaria a priori como de cómo está construida la obra literaria (por ejemplo: si se hace un estudio de la comedia sería una teoría literaria de la comedia).
En cuanto a la ciencia literaria su origen significa la capacidad de “juzgar, distinguir, decidir, separar e interpretar”.
Así hemos dicho que la teoría literaria en términos generales (que es prescriptivo) es anterior a la obra literaria, la ciencia literaria siempre es posterior a la obra de tal manera que en el hipotético caso de que no existiera la obra literaria, puede existir una teoría de la literatura pero nunca podrá haber una ciencia literaria porque la función esencial de la ciencia literaria es la de analizar, interpretar a la obra literaria.

5-¿QUÉ ES UNA ESCUELA LITERARIA?¿QUÉ ESCUELA ANALÍTICA Y CRÍTICA SE PUEDEN ESTABLECER EN CADA UNA DE ELLAS DE LAS ÉPOCAS Y ESCUELAS LITERARIAS DESDE LA PERSPECTIVA HISTÓRICO – PEDAGÓGICA?

Un movimiento literario o escuela es una tendencia con cierta influencia compartida por un grupo de escritores en un momento dado. Esta tendencia se refiere a que los escritores se suscriben a las ideas, técnicas y motivos que la definen.

Es una muy buena pregunta, ya que se suele hablar de los movimientos literarios pero nunca se define con claridad cuál es el significado del término. Personalmente lo defino como puedes ver en el primer párrafo, pero puedes también encontrar definiciones como "una agrupación de escritores cuya obra se encuentra relacionada". Bastante vago para mi gusto.

También se usa esto del movimiento literario en ocasiones como sinónimo de "período" en la literatura (clásico,medieval, renacentista, neoclásico, romántico, realista,..). Luego se hacen subgrupos "locales" o tendencias más específicas, como cuando se habla por ejemplo del "realismo mágico", o se hace distinciones por generaciones (por ejemplo generación del 30); asimismo se puede hablar de "escuelas" o "corrientes literarias" para referirnos a lo mismo. Pero una buena manera de comprenderlo, es ver lo marcado que están los períodos que te mencioné en la literatura, y de allí se desprenden una serie de tendencias asociadas.




ÉPOCAS Y ESCUELAS LITERARIAS






























Carmen Bobes y otros (1993), Historia de la Teoría literaria, 2 vols. I: La Antigüedad Grecolatina, Madrid, Gredos.

http://es.DiccionarioRealAcademiaDelalengua.org/wiki/Gonzalo_de_Berceo

http://definicion.de/teologia/#ixzz2dMcTUKvZ





TUTORÍA 3

LOS GÉNEROS NARRATIVOS

PREGUNTAS GENERADORAS


1-¿Qué corrientes humanistas han estado relacionadas con los estudios literarios?

Teniendo en cuenta que el humanismo es un movimiento intelectual, filosófico y cultural europeo que está  estrechamente ligado al Renacimiento cuyo origen se sitúa en el siglo XIV en la península Itálica, es ahí  donde durante esta corriente demostró que el humanismo está especialmente relacionado con el arte de la retórica y de la elocuencia como ya lo habían demostrado los sofistas griegos. Surge la Ilustración y el antropocentrismo renacentista a partir de Descartes se produjo una separación entre el hombre y la naturaleza, con esto aparece el sujeto como una nueva figura de modernidad. El movimiento, fundamentalmente ideológico, tuvo así mismo una estética impresa paralela, plasmada, por ejemplo, en nuevas formas de letra, como la redonda conocida como Letra humanística, evolución de las letras Fraktur tardo góticas desarrollada en el entorno de los humanistas florentinos como Poggio Bracciolini y de la cancillería papal en Roma, que vino a sustituir mediante la imprenta a la letra gótica medieval.
El siglo XIX vio desarrollarse la otra gran disciplina que se ocupa de los estudios literarios, que es la Historia de la Literatura. Ésta es una rama de los estudios generales de Historia o, más en particular, de los estudios de Historia de la Cultura; también existen los Estudios de Estética, que en su aplicación a los estudios literarios han llevado al desarrollo del Nuevo Comparatismo y de la Estética Comparada (que compara los textos literarios con las artes plásticas), o bien la tradicional Kuntsges chichtliche Grundbegriffe, expuesta por O. Walzel de forma teórica, que enfoca la Literatura bajo el prisma de la Historia del Arte.
La Historia de la Literatura tiene un enfoque universal o nacional, aunque este último sea, con mucho, el más común. Las historias de la literatura nacionales se constituyeron como materia autónoma en pleno siglo XVIII y se revitalizaron gracias al Romanticismo; éstas se ocupan de los textos literarios escritos en una misma lengua (española, francesa, inglesa), con un respeto que a menudo resulta tan ilógico como enojoso de las divisiones políticas o administrativas. Por esa razón, hay una historia de la literatura inglesa y otra norteamericana; una historia de la literatura española y otra general para Hispanoamérica o particular para cada una de las naciones de aquel continente.

2- Qué aportes trascendentales han marcado la historia de la pedagogía de la literatura desde el siglo XVIII hasta la mitad del  siglo XX?

La pedagogía como movimiento histórico, nace en la segunda mitad del siglo XIX. Reconoce serios antecedentes hasta el siglo XVIII, pero se afirma y cobra fuerza en el siglo XX, particularmente después de la primera Guerra Mundial (1.914 – 1.918). Sin embargo, la pedagogía general, combinada con la historia, tiene entre sus misiones la de intentar un esquema que haga las veces de brújula para orientar a los educadores en el laberinto de los sistemas y técnicas pedagógicas que surcan nuestra época.
El pensamiento pedagógico puede decirse que comenzó su desarrollo desde los propios albores de la humanidad. El sí mismo no es más que una consecuencia de su devenir histórico, en correspondencia con la necesidad del ser humano de trasmitir con eficiencia y eficacia a sus congéneres las experiencias adquiridas y la información obtenida en su enfrentamiento cotidiano con su medio natural y social.
Las ideas pedagógicas abogan en ese momento crucial de la historia del ser humano como ente social por la separación en lo que respecta a la formación intelectual y el desarrollo de las habilidades y las capacidades que habrían de lograrse en aquellos hombres en que sus tareas principales no fueran las de pensar, sino las requeridas para el esfuerzo físico productivo, tales ideas pedagógicas debían insistir lo suficiente para lograr en la práctica que la mayoría o la totalidad de la "gran masa laboriosa" aceptara esa condición de desigualdad. Con estas concepciones es que surgen las denominadas escuelas para la enseñanza de los conocimientos que se poseían hasta ese momento para el uso exclusivo de las clases sociales selectas, asignándoseles a las clases explotadas, como única salida de sobre vivencia, el papel protagónico de la realización del trabajo físico.
Tales concepciones e ideas pedagógicas, conjuntamente con las cualidades que deben poseer tanto el alumno como el maestro, aparecen en manuscritos muy antiguos de China, la India y Egipto.
El desarrollo del pensamiento pedagógico tiene lugar en Grecia y Roma con figuras tan sobresalientes como Demócrito, Quintiliano, Sócrates, Aristóteles y Platón. Este último aparece en la historia como el pensador que llego a poseer una verdadera filosofía de la educación. El pensamiento pedagógico emerge con un contenido y una estructura que le permite alcanzar un cuerpo teórico verdadero. En el renacimiento la pedagogía figura ya como una ciencia independiente.
Entre 1.548 y 1.762 surge y se desarrolla la Pedagogía Eclesiástica, principalmente la de los Jesuitas, fundada por Ignacio de Loyola y que más tarde, en 1.832, sus esencialidades son retomadas para llegar a convertirse en el antecedente de mayor influencia en la pedagogía tradicional.
La pedagogía eclesiástica tiene como centro la disciplina, de manera férrea e indiscutible, que persigue, en última instancia, afianzar cada vez más el poder del Papa, en un intento de fortalecer la Iglesia ya amenazada por la Reforma Protestante.
Se puede decir que la pedagogía tradicional, como práctica pedagógica ya ampliamente extendida alcanza su mayor grado de esplendor, convirtiéndose entonces en la primera institución social del estado nacionalista que le concede a la escuela el valor insustituible de ser la primera institución social, responsabilizada con la educación de todas las capas sociales.
Es a partir de este momento en que surge la concepción de la escuela como la institución básica, primaria e insustituible, que educa al hombre para la lucha consciente por alcanzar los objetivos que persigue el Estado, lo que determina que la Pedagogía Tradicional adquiera un verdadero e importante carácter de Tendencia Pedagógica, en cuyo modelo estructural los objetivos se presentan de manera tan solo descriptiva y declarativa más dirigidos a la tarea que el profesor debe realizar que a las acciones que el alumno debe ejecutar sin establecimiento o especificación de las habilidades que se deben desarrollar en los educandos, otorgándoles a éstos últimos el papel de entes pasivos en el proceso de enseñanza al cual se le exige la memorización de la información a él transmitida, llevándolo a reflejar la realidad objetiva como algo de quienes aprenden.

3-¿Cuál es la relación que se puede establecer entre los estudios literarios y su proyección en la pedagogía del sentido?

La relación se puede establecer en un ejemplo postulado como lo es San Francisco de Asís “patrono de los ecólogos” fue una persona apasionada por el medio ambiente, amando a Dios, a la naturaleza y a cada ser por más insignificante que pareciera. San   Francisco sentía la necesidad de proteger la vida de todos los seres, porque para él los demás seres diferentes del hombre los consideraba como hermanos y hermanas ya que todos resplandecen por igual a la imagen de Dios.
En la actualidad se ha ido perdiendo el legado de san francisco, los seres humanos están acabando con la naturaleza, quitándole la vida al planeta, extinguiendo el hogar de todos los seres vivos.
El antropocentrismo se ha encargado de dejar a un lado la espiritualidad para preferir un mundo económico basándose en la destrucción del medio ambiente destruyendo todo a su paso sin pensar las consecuencias que podrá llevar dicha acción.
Pero entidades, ecólogos y personas dedicadas al medio ambiente como lo fue san francisco están haciendo recapacitar a las nuevas generaciones para cuidar la naturaleza y a todos los seres que la rodean, dichos entes nos están recordando el pensamiento de san francisco, teniendo presente que el llego a ser una persona la cual afirmaba   que el hombre y la naturaleza tienen el mismo valor, y si una organismo necesita algo del otro se hará de una forma adecuada explicada con la siguiente frase: “a los hermanos que hacen leña prohíbe cortar del todo el árbol, para que le quede la posibilidad de echar brotes”.
 La relación de la búsqueda  de la unidad en el estudio literario  y las herramientas que van construyéndose a partir de las experiencias pedagógicas del entorno y contexto.

4-Porqué la comprensión de lectura que se orienta en la educación no ha permitido reconocer la naturaleza de la literatura, impidiendo aprobación integral de la significación?

Es comúnmente aceptado que la escuela tiene como una de sus metas la formación o reforzamiento del hábito lector. Es también ampliamente conocido que se suele hablar de una crisis de la lectura. Es motivo de análisis, tanto en libros como en artículos, conferencias y foros, la supuesta tendencia a leer cada vez menos, tanto entre los niños, como entre jóvenes y adultos. Las instituciones educativas demuestran especial preocupación por este hecho, que sabemos ha generado diversas interpretaciones. Se ha puesto especial énfasis en señalar que nuestros niños y jóvenes ya no responden a los mismos intereses que fueron los que, en generaciones atrás, despertaron la ilusión para leer determinados temas, géneros, obras, que parecen hoy no concitar el mínimo de atracción. Se ha producido una fractura generacional que ha envuelto cambios significativos en cuanto a intereses, gustos, preocupaciones.
La escuela tiene que desenvolverse dentro de los cambios que nos ha tocado vivir. Como toda etapa de transición significa desconciertos, dudas, nuevos objetivos y nuevos procedimientos. Estos cambios exigen, de parte de los profesores y de todas las personas e instituciones vinculadas con la cultura, conocer y enfrentar los nuevos desafíos, tratando de encontrar respuestas y soluciones inteligentes, plenamente realistas.
La lectura constituye un objetivo tanto de la escuela como de la familia y de la sociedad toda. Inmersa en la sociedad y en la cultura que suele denominarse posmoderna, enfrenta una serie de problemas que es necesario conocer para, con ese fundamento, concebir esas respuestas realistas que se suelen demandar.
El objetivo de este trabajo es lograr un acercamiento al tema maravilloso de la lectura, pero centrado en nuestra posición de educador. No se pretende dar recetas de cómo hacer lectores, que dejamos establecido desde el comienzo nadie las conoce, simple y llanamente porque no las hay. Nuestra intención es lograr una mayor divulgación de tan importante y trascendental tema, porque conociéndolo -lo más adecuadamente posible- sabremos comprender sus mecanismos y desentrañar sus complejidades. Es ese conocimiento lo que realmente nos brindará la más valiosa ayuda para alcanzar nuestras metas en cuanto al fomento de la lectura, que necesariamente tiene que tener en cuenta las nuevas modalidades, los nuevos intereses y las nuevas tecnologías. La lectura en formato digital no es el futuro. Es ya presente y como tal tiene que ser también de nuestro interés. La pasión lectora, independientemente de su soporte, tenemos que trasmitirla. No hay llave mágica para abrir el mundo de la lectura. Constituye un desafío. No hay camino único por el cual transitar hacia el lectoespacio. Si logramos contagiar nuestra pasión lectora, conseguiremos abrir la puerta hacia el maravilloso mundo de la lectura.
Por esta razón no se le da prioridad a la naturaleza de la literatura por la falta de interés lector.

5-Haga una reflexión en torno al poder que ejerce la literatura sobre el aparato retórico y el enunciado?

En el análisis  que se hace en primer lugar haciendo articulación que se tenga  con los preconceptos para ir determinando los argumentos presentes  y así se va construyendo el concepto ya sea para una forma crítica  que fortalezca o de manera única de información.
Además del enunciado del contenido de la retórica, de repasar qué actividades quedaban englobadas bajo ese nombre, creemos que es necesario marcar un límite con otro concepto afín, con el que a veces se superpone la retórica, englobándolo o quedando englobada por él, según los casos. Y éste es, por supuesto, el de literatura, todavía más escurridizo que el de retórica. En efecto, una cuestión capital para situar adecuadamente a la retórica es precisar su relación con lo que llamamos literatura.
En todas las historias de la literatura latina se plantea lo problemático de que exista un corpus claramente delimitable que constituya el objeto de estudio de esa disciplina. Uno de los obstáculos en los que, con razón, más se repara es el del anacronismo que ello implica: los romanos no tenían un concepto de «literatura» como el actual, e historiar esa «literatura» conlleva reunir textos que sus autores y destinatarios originales concebían como pertenecientes a ámbitos, en muchos casos, considerablemente distintos. Paralelo a este hecho es que cualquier reflexión romana -o antigua- sobre los textos «literarios» pasa automáticamente, con el mismo anacronismo, a ser «crítica literaria»; y la reflexión más sistemática, compleja y rica sobre el lenguaje organizado en la antigüedad es, por supuesto, la retórica. Así, es frecuente encontrar resúmenes o visiones generales del conjunto de la retórica romana en obras que pretenden relatar una historia más o menos amplia de la crítica literaria o del discurso meta literaria.

6-Qué elementos contribuyen a la comprensión del sentido desde la misma semiótica?

Semiología es un término usualmente intercambiable con el de semiótica, éste último preferido por los anglosajones; el primero, por los europeos continentales y por los latinoamericanos. De hecho, Charles Sanders Peirce fue, al parecer, el primero en usar el término semiótica, aunque fue otro estadounidense -Charles William Morris- quien realizó el primer proyecto completo para una semiótica.
La semiótica se define como el estudio de los signos, su estructura y la relación entre el significante y el concepto de significado. Los alcances de la semiótica, de la misma manera que su relación con otras ciencias y ramas del conocimiento, son en extremo amplios.
Se propone que la semiótica sea el continente de todos los estudios derivados del análisis de los signos, sean estos lingüísticos (semántica) o semióticos (humanos y de la naturaleza). Existen muy pocas clases de signos, como el signo lingüístico o el signo clínico, cuyas descripciones se pueden consultar en el artículo correspondiente, o a través de signo (desambiguación).
Según otro punto de vista, el de Charles Sanders Peirce, la "semiótica" es la que debería incluir a las demás ciencias que tratan de los signos en determinados campos de uso o del conocimiento. Este pensamiento es coherente con el hecho de que la semiótica se plantea como la ciencia básica del funcionamiento del pensamiento, intentando responder la interrogante de cómo el ser humano conoce el mundo que lo rodea, cómo lo interpreta y cómo construye y crea conocimiento y lo transmite. Por esto, la semiótica ha llegado a ser planteada como la ciencia de las ciencias rivalizando con la epistemología.
Algirdas Julius Greimas presenta la teoría semiótica como la relación fundamental entre el sujeto que conoce y el objeto conocido, y tiende a precisar las condiciones de producción de sentido. Además de las exigencias del método que ayuda a formular esas hipótesis en una serie de axiomas como estructuras elementales de la comunicación.
Algunos autores han definido la semiótica como la ciencia que estudia todos los sistemas de signos en general incluyendo al lenguaje humano. Es necesario recalcar que el lenguaje humano es el sistema de signos (simbólico) más complejo que existe, es decir que el signo lingüístico es comprendido como la asociación más importante en la comunicación humana.

7- Cuál ha sido el papel de la intertextualidad en el abordaje de la obra literaria?

Se entiende por intertextualidad, en sentido amplio, el conjunto de relaciones que acercan un texto determinado a otros textos de variada procedencia: del mismo autor o más comúnmente de otros, de la misma época o de épocas anteriores, con una referencia explícita (literal o alusiva, o no) o la apelación a un género, a un arquetipo textual o a una fórmula imprecisa o anónima.
En su forma más restrictiva, tal como la formula el narratólogo Gérard Genette en su obra Palimpsestos. La literatura en segundo grado, la intertextualidad es una modalidad entre algo más extenso denominado trans-textualidad, y se trata de:
Una relación de copresencia entre dos o más textos, es decir, eidéticamente y frecuentemente, como la presencia efectiva de un texto en otro. Su forma más explícita y literal es la cita (con comillas, con o sin referencia precisa)... El plagio, que es una copia no declarada pero literal... La alusión, es decir, un enunciado cuya plena comprensión supone la percepción de su relación con otro enunciado al que remite necesariamente tal o cual de sus inflexiones, no perceptible de otro modo.

8.-Cual es el origen de la clasificación “Géneros Literarios”.

El contraste analítico y de origen, reflexivo y crítico se establece en las distintas teorías como:
Teoría según su origen es “mirar, contemplar” por tanto atendiendo a su naturaleza y función la teoría es ideológica, doctrinal, organizativa y prescriptiva. Sobre todo hay que destacar la función prescriptiva en cuanto nos dicta normas sobre cómo se debe construir o cómo está construida o creada la obra literaria. De ahí que se establezca una distinción entre teoría literaria a priori y teoría literaria a posteriori.
Teoría literaria a priori: aquella que realiza por lo general los propios creadores ofreciendo normas sobre la creación literaria (la filosofía de la composición, cómo se construye un soneto...).
Frente a la teoría literaria a priori hay otra a posteriori: cuando el teórico se ocupa tanto de la teoría literaria a priori como de cómo está construida la obra literaria (por ejemplo: si se hace un estudio de la comedia sería una teoría literaria de la comedia).
En cuanto a la ciencia literaria su origen significa la capacidad de “juzgar, distinguir, decidir, separar e interpretar”.
Así hemos dicho que la teoría literaria en términos generales (que es prescriptivo) es anterior a la obra literaria, la ciencia literaria siempre es posterior a la obra de tal manera que en el hipotético caso de que no existiera la obra literaria, puede existir una teoría de la literatura pero nunca podrá haber una ciencia literaria porque la función esencial de la ciencia literaria es la de analizar, interpretar a la obra literaria.

GÉNEROS LITERARIOS Y EXTRA LITERARIOS
Definición:



              

Aristóteles



Dramática, narrativa o épica
Fue el primer teórico que llevó a cabo el intento de clasificar la poesía según criterios de contenido (por el asunto) y de forma (dramática, narrativa o épica



Horacio
Añade a esta clasificación que los géneros son entidades distintas que hay que mantener rigurosamente separadas.
Así, cada género tendrá el tono adecuado según combine el contenido con su forma correspondiente. No se permite la fusión de géneros distintos.




 Renacimiento, (Siglo XVI)




Poesía dramática, narrativa y lírica
Se produce una proliferación de poéticas y la novedad es la tripartición de los géneros literarios (poesía dramática, narrativa y lírica). 







Barroco (siglo XVII)






Literatura barroca
(Desconfianza de reglas, libertad artística,...), lo que determina una tendencia a la mezcla, a la fusión de géneros.
aparecen también géneros nuevos o evolucionados a favor de ese liberalismo; como la novela bizantina (procedente de las literaturas griega y bizantina) la cual se cultiva a finales del siglo XVI y principios del XVII,




En el siglo XVIII


Género literario


Neoclasicismo
La novedad neoclásica es que recupera la distinción de forma rigurosa y establece una teoría jerárquica de los géneros literarios; asís e distinguen los géneros mayores (tragedia y épica) y los géneros menores (comedia y subgéneros como sainetes, canciones, lírica tradicional,...)


Siglo XIX


Géneros literarios apelando a criterios de tipo filosófico
Hegel en su estética distingue los géneros literarios no usando criterios formales,
a) Lírica. Es el género subjetivo.
b) Épica o narrativa. Es el género objetivo.
c) Dramática. Es una especie mixta 
El Romanticismo
Teoría de los géneros literarios.



Época Moderna

Se retoman los géneros literarios
Jackobson”
a) Lírica. Predomina la función emotiva.
b) Narrativa. Predomina la función referencial.
c) Dramática. Predomina la función apelativa.




TUTORÍA 4

ESCUELAS Y GÉNEROS NARRATIVOS EN COLOMBIA

PREGUNTAS GENERADORAS



1.    ¿Cuál es el propósito de la historia literaria?

La enseñanza de la literatura fue hasta fines del siglo XIX, tanto en Europa como en América, una disciplina relacionada, fundamentalmente, con el estudio de la lengua a través de sus máximas expresiones. Concebidas como un modelo del buen uso, las obras literarias, llamadas justamente belles lettres, son un paradigma de cómo se debía actuar desde la escritura sobre la lengua. De ahí que existiera una asignatura cuyo nombre, “Literatura preceptiva”, supone el dictado de preceptos, mandatos lingüísticos, y dictamina cuál es el modo correcto de tratar la materia verbal con la que se construye. Por esta razón, la retórica dominó desde un principio en la didáctica de la literatura. Esta tejne de la persuasión verbal, constituida por estructuras fijas del discurso y por figuras, siguió ocupando un lugar central de la enseñanza literaria, mientras que en la literatura hacía ya casi medio siglo que se la había abandonado como paradigma estético. Por ello, el desplazamiento de la retórica a la historia de la literatura constituye un hecho fundamental a la hora de considerar cuáles son los objetos que fundan esta disciplina en la Argentina.
De esta manera, la utilización de la historia de la literatura en las clases de literatura implica un avance en la conformación de una disciplina didáctica sobre la literatura, que tiene como objetivo pensarla como una ciencia. A su vez, está claro que el abandono de la retórica en beneficio de la historia significa la necesidad de encontrar “recursos didácticos” que permitan desarrollar la materia de una forma mucho más comprensible para el alumno. Así, fue un instrumento fundamental a la hora de buscar una matriz disciplinaria para esta didáctica especial, ya que permitió salir del “buen gusto” preceptivo y encontrar objetos didácticos y métodos más objetivos para enseñar.
Pero no es la historia de la literatura el único género didáctico que ayuda a entramar la enseñanza de la literatura. Los manuales, libros de texto y antologías son géneros que surgen junto con la organización de la materia. Es más, el reformador Calixto Oyuela tiene publicada una serie de antologías ya en el año 1885.
Estos materiales didácticos tuvieron en sus inicios la finalidad de nacionalizar la enseñanza, de lograr acuerdos prácticos respecto de lo que se llevaría adelante dentro de las aulas de todo el país, de seleccionar y compilar materiales de difícil acceso bibliográfico. Esto aseguraba un control sobre qué se estudiaba y qué no se estudiaba en la escuela.
Hoy, a más de un siglo de estas publicaciones, podemos decir que en la mayoría de los casos ya han cumplido un ciclo como legitimadores de la enseñanza de la literatura. A su vez, en términos de la reforma educativa de esta última década, las editoriales han concretado mucho más rápidamente que los espacios de capacitación los nuevos contenidos y, paradojalmente, en algunos casos se han constituido en la alternativa para su actualización. Esta actualización, sin embargo, no implica el abandono de antiguos saberes: el manual o el libro de texto poseen en general una lógica de la acumulación; no abandonan teorías ya envejecidas sino que las sostienen y agregan las más recientes.
SÍNTESIS DE MODELOS HISTORIOGRÁFICOS:
COMPRENSIVOS, TRANSVERSALES, CUENTO COLOMBIANO, NARRATIVA RECIENTE.


MODELOS COMPRENSIVOS

PARADIGMA TRADICIONAL
MODELOS TRADICIONAL






 









ANTONIO CURCIO ALTAMAR

El libro de Antonio Curcio Altamar: Evolución de la novela en Colombia (Bogotá: Instituto colombiano de cultura, 1955), propone básicamente una revisión de la novelística colombiana en dos momentos, reflejados en las correspondientes partes del trabajo: la época colonial (primera parte) y el siglo XIX (segunda parte). El autor maneja implícitamente tres premisas que permiten apreciar la base ideológica del estudio: lo mejor de la literatura colombiana se da en su época colonial, la novela es un género menor y la novela contemporánea no existe como categoría.

En la primera parte, Curcio Altamar plantea la pregunta sobre la cuestión de la ausencia de novela en el Nuevo Reino de Granada.

En la segunda parte, asumiendo categorías europeas tradicionales, ofrece un panorama de la novelística colombiana del siglo XIX: la novela histórico-romántica, dentro de la cual destaca la novela del indio; la novela post-romántica, de la cual deriva una categoría para incluir de manera relevante María: la novela poemática; la novela costumbrista, la novela realista y la novela modernista.

Las dos últimas categorías del libro corresponden a novelas del siglo XX: la novela terrígena, establecida por Curcio Altamar para incluir de manera destacada La vorágine, y la novela contemporánea, en la que reseña novelas posteriores a La Vorágine, hasta el año 1953.


LITERATURA Y REALIDAD:


















BODGAN PIOTROWSKY
Piotrowsky en su libro: La realidad nacional en su narrativa contemporánea, propone básicamente una manera de estructurar las relaciones entre realidad y mundo de la obra literaria, y de percibir así su valor literario. El autor parte de la afirmación de que ya no es válido el uso del término: literatura hispanoamericana y prefiere por eso hablar de literaturas nacionales hispanoamericanas, en la medida en que cada país tiene un proceso propio de constitución de su literatura, pese a una matriz común; proceso que conduce a que cada literatura contenga su matiz individual. Según Piotrowsky, hay literatura nacional cuando se encuentran correlaciones entre la realidad histórica y la realidad novelesca. La tarea de la historia literaria es la de desentrañar las relaciones entre la ficción y la realidad, esto es, las relaciones entre realidad representada y realidad histórica o, lo que es lo mismo, la relación entre el objeto literario y la realidad representada, mediante un acercamiento a la composición del mundo creado, al sistema de motivaciones del autor y otras a funciones de reciprocidad que resulten pertinentes.

En el plano de la evolución de esas manifestaciones, Piotrowsky propone estar atento a la manera como la literatura va dando cuenta de la modificación del plan de las ideologías que también podríamos llamar nacionales. En el caso de Colombia, esto se manifiesta en la medida en que su literatura se desprende de las categorías comunes al movimiento literario universal en general e hispanoamericano en particular y más allá de la secuencia: costumbrismo - modernismo - criollismo, crea su propia estructura genérica. Algo que evidentemente, según el autor, se empieza a dar en Colombia a partir de los años 20, cuando se da entrada a la modernidad, esto es, a la industrialización y al urbanismo, lo que trae como consecuencia una preocupación social de los autores. Esta preocupación social va evolucionando y configurando una estructura de los géneros literarios bien particular.

Así en Colombia se podrían destacar tres momentos que permiten visualizar el proceso de formación de una literatura nacional:
Un primer momento  la novela costumbrista - criollista, en el que se aún se presta atención a lo regional, pero se indaga por la raíces sincréticas culturales del país. La obra representativa de este momento es la Marquesa de Yolombó (1926) de Tomás Carrasquilla, novela que, bajo el influjo ideológico de la república conservadora, relata las últimas décadas de la Colonia. La obra de Carrasquilla propende por la necesidad de mantener la tradición española y aunque resulte conservadora ideológicamente es también una expresión de conciencia social muy clara.


IDEOLOGÍA Y REGIONES:











RAYMOND WILLIAMS



El libro de Williams: Novela y Poder en Colombia, (Bogotá: Tercer Mundo, 1991) presenta una visión panorámica de la novela colombiana, asumiendo como ejes conceptuales la ideología y la historia, en un periodo que va desde 1844 hasta 1987. El autor basa su modelo a partir de tres premisas.

El autor basa su modelo a partir de tres premisas. La primera: el territorio de Colombia ha estado compuesto a lo largo de la historia por regiones geográficas semiautónomas, destacándose cuatro: el altiplano cundiboyancese, la costa atlántica, Antioquia y Cauca. La segunda: la mayoría de las novelas ha sido vehículo de diálogo ideológico; esto significa, siguiendo a Eagleton, que existe un vínculo virtualmente detectable entre lo que dice la novela y las relaciones de poder del contexto en que ha sido escrita. Tercera: la cultura colombiana en general y las culturas regionales del pasado han sido afectadas por lo que Walter Ong ha llamado "las noéticas de la cultura oral y la cultura escrita".
El libro se divide en tres partes:

1)Colombia en su novela:
     Capítulos:
a) Colombia, su historia y sus regiones
b) La ideología y la novela en los siglos XIX y XX en Colombia (enlace a la versión digital de la introducción de la primera parte).

2) La novela en su región.
    Capítulos:
a) la tradición del altiplano cundiboyancese
b) La tradición costeña
c) La tradición de Antioquia la grande
d) La tradición del Gran Cauca.


UNA MIRADA TOTALIZANTE
ALVARO PINEDA BOTERO














LA FÁBULA Y EL DESASTRE
La imaginación creativa de los novelistas colombianos ha oscilado entre la fábula y el desastre, entre la utopía y el fracaso, entre la visión idílica y la violencia descarnada. Quizá no exista otro registro más completo y variado para comprender las vivencias de las gentes, sus ilusiones y pesares, sus cambios de sensibilidad a través de las épocas, que el corpus inmenso de la novela. Este corpus, que fácilmente alcanza a las cinco mil obras, no está, sin embargo, al alcance del público general. Reposa bajo el polvo en los anaqueles de antiguas bibliotecas y su lectura queda restringida, salvo excepciones notables, a los especialistas.
¿Cómo hacerlo accesible?, ¿difundirlo?, ¿ponerlo a disposición de los lectores?, ¿analizarlo en toda su dimensión?
Habría, tal vez, que escribir una historia total de lo que se ha denominado la novelística nacional. Hoy existen los recursos económicos y la tecnología para hacerlo. Esta empresa, sin embargo, es imposible. Los cambios culturales recientes y los desarrollos del pensamiento crítico hacen impensable un proyecto de esta naturaleza. Los conflictos de la interpretación, la variedad de subculturas, etnias, dialectos, hacen que conceptos como el de «literatura nacional» y, por extensión, el de «novela colombianas, no tengan un fundamento distinto al de la simple acumulación de obras dentro de un determinado territorio.
El pensamiento occidental de las últimas décadas se ha alejado de las construcciones totalizantes de verdad, es decir, de los llamados discursos trascendentales, para acercarse a lo individual y fragmentario, a lo circunstancial.
Hoy se habla más de diferencia que de igualdad. Priva el multiculturalismo que propicia, no una verdad general, sino múltiples verdades particulares, de acuerdo con los valores de cada individuo o comunidad.
En el pasado, para la organización sistemática de un corpus de obras literarias se buscaban esquemas inspirados en la visión organicista del mundo. Tal es el caso de la clasificación de obras por generaciones, de acuerdo con las fechas de nacimiento de los respectivos autores, o el uso de conceptos con aspiración de universalidad, como costumbrismo, romanticismo, naturalismo, modernismo o realismo mágico, surgidos de una concepción evolutiva y orgánica de la cultura. Hoy se habla, más bien, de los «cánones sueltos»; mapas transitorios de navegación que sirven para resaltar características particulares y que pueden ser elaborados libremente por los lectores o los críticos, no impuestos por un centro de poder. Cualquier obra puede servir como ejemplo en estudios diversos y ofrecer respuestas a preguntas lanzadas desde varias perspectivas. Al multiplicar los puntos de vista sobre cada obra, ésta gana en significación y expresividad, pero, al mismo tiempo, la pluralidad de perspectivas convierte el panorama general en un caos impenetrable y la labor crítica e historiográfica en una empresa infinita o inasible.
Tal es el dilema del crítico en el mundo de hoy: empobrece las obras si utiliza esquemas rígidos; pero corre el riesgo de perderse en el laberinto del caos si le da cabida a todas las interpretaciones.
En el ámbito de la modernidad priva el canon sobre la obra, entendiendo el canon como una gran estructura racional jerarquizada, generalmente impuesta por un centro de poder, en la que todas las categorías funcionan bajo una lógica rigurosa. Dentro de esta estructura, cada obra ocupa una posición rígida e inmodificable. El objeto es probar una «verdad» a la cual se le otorgan pretensiones científicas, de objetividad. Además, el canon moderno lleva implícitos los valores morales que se quieren imponer en la sociedad, y las obras que se seleccionan no tienen otra razón que la de respaldar y ejemplificar el canon.


DEL MITO A LA POSMODERNIDA

Alvaro Pineda en su libro: Del mito a la posmodernidad. La novela colombiana de finales del siglo XX (Bogotá, Tercer Mundo, 1990), ofrece una estrategia muy eficaz de acercamiento a la reciente producción novelística colombiana. Se parte del hecho de que el panorama de la novela colombiana reciente puede resultar confuso y heterogéneo. Se asume la falta de herramientas críticas para afrontar esa heterogeneidad, así como la necesidad de atender nuevos órdenes y nuevas realidades, específicamente la manera suigeneris como se ha dado entrada a la modernidad en Colombia. Igualmente se asume el hecho de una fuerte tendencia de reacción al legado macondiano.
Pineda Botero hace una especie de corte sincrónico de nuestra narrativa y se percata de que en esa producción subsisten y cohabitan muy distintas formas de novelar: desde la recreación mitológica de los orígenes, hasta la novela urbana y posmoderna, pasando por la identidad regional, aún presente. La novela colombiana reciente contiene prácticamente toda la diacronía de la novela: reúne la gama que va del mito y la epopeya hasta las más atrevidas formas posmodernas. Frente a esta percepción, el autor acude a ocho categorías para poder ofrecer un corpus ordenado que guíe al lector y al estudioso de esta producción. La siguiente es la lista de esas categorías: su presentación está dispuesta en forma digital, siguiendo la secuencia de los capítulos del libro.

  1. Introducción.
  2. Mito y modernidad
  3. Tradición y deslinde
  4. De la arcadia a la neurosis
  5. Utopía
  6. La solemnidad burlada
  7. La estructura abismal
  8. El mito de la página en blanco

Las dos primeras categorías corresponden a literaturas "regionales", tensadas por su propia tradición y el ingreso a la modernidad. En la primera están incluidas las novelas de la Costa Atlántica y en la segunda, las novelas antioqueñas. El capítulo titulado "de la arcadia a la neurosis" es un intento por caracterizar la novela urbana, según el proceso de urbanización vivido en Colombia, tras la llamada violencia política y que pasa por varios momentos que son aprovechados por Pineda para caracterizar varias sub-categorías de este tipo de novela: el éxodo, el desarraigo, la ciudad asumida, los antiguos moradores, la estética de la fealdad y el exilio. Los tres capítulos subsiguientes asumen categorías menos tradicionales, relacionadas con ejercicios modernos de narrativa, tales como la utopía (y la antiutopía), la parodia y la puesta en abismo. El capítulo 7, se destina a reseñar novelas que asumen la relación: historia-literatura, y que constituyen un corpus bien significativo. El último capítulo, incluye las novelas que, de alguna manera, no responden a las otras categorías. Un ejemplo interesante de esta situación es la producción de Rafael Humberto Moreno Durán, que otros autores han calificado de posmoderna.


EN BÚSQUEDA DE UN NUEVO CANON:










LUZ MARY GIRALDO







El libro de Luz Mary Giraldo: Narrativa colombiana: búsqueda de un nuevo es un magnífico ejercicio de lectura, análisis y ordenamiento de la novelística colombiana más reciente.
En el primer capítulo de su libro, la autora parte de la idea de que los paradigmas más notables de nuestra novelística son Gabriel García Márquez y Álvaro Mutis. Ambos escritores habrían sido capaces de congregar y potenciar lo mejor de nuestra novelística, de tal modo que sería legítimo afirmar que la historia de nuestra novela podría comprenderse afirmando que una cosa es antes y otra después de la aparición de estos autores en el ámbito nacional e internacional.
Por eso, la narrativa reciente es definida por Luz Mary Giraldo como un intento de "parricidio", un intento no cumplido, pero en todo caso dinamizador de las propuestas de nuestra novela reciente, la cual es vista por la autora bajo la perspectiva de ciertos factores y modalidades narrativas. Giraldo explica e ilustra tres factores que habría activado esa novelística: la conciencia histórica, la conciencia urbana y la conciencia del lenguaje.
En el segundo capítulo del libro, la autora nos recuerda cuanta diversidad, cuanta heterogeneidad, cuanta proliferación se ha dado en los últimos veinte años en nuestra novelística. Una especie de sacudimiento del escritor del estigma de "tierra de poetas". Una avalancha de narradores, motivados quizás por el éxito de Gabo, pero a la vez dispuestos a superar o alternar con nuevas propuestas, la, obra de nuestro Nobel.
Pero es en el capítulo sexto, donde Luz Mary nos ofrece un panorama concreto y fresco de la literatura colombiana. En él recapitula varias de las ideas que ha expuesto atrás y ofrece un primer acercamiento a la narrativa colombiana, a la que caracteriza como un ejercicio que se afirma y que busca constantemente superarse a sí mismo.




MODELOS TRANSVERSALES


NOVELA
SOBRE LA
VIOLENCIA

















EDUARDO   CABALLERO
CALDERÓN



Con la inevitable -aunque ambigua y desigual- exposición de los efectos de la violencia partidista que vivió Colombia durante las décadas del 50 y 60 (el hecho socio-político e histórico más impactante que ha vivido el país en este siglo), surgió en la literatura colombiana una tradición de escritura que se inicia como puro testimonio y logra con el tiempo afianzarse como una opción estética en la que la fuerza de lo temático va dando paso a la elaboración de obras de gran alcance y valor artísticos.
Quizás, como se verá en el caso de García Márquez, la evolución misma de la novela sobre la violencia se explique por la conjunción de dos factores: de un lado la imposibilidad (dado el choque tan fuerte que significó este periodo de violencia) de sustraerse a los vientos de la historia y de la realidad social Y de otro, el grado de preparación con que contaban los escritores colombianos para asumir ese reto. se lograron obras de mayor alcance (hasta el caso extraordinario de Cien años de soledad que puede verse, desde esta óptica, como el culmen de dicha evolución). Un tercer factor suele estar implicado: la distancia temporal con los hechos.
Pero, a medida que el tiempo pasa y escritores de más talla se lanzan a la escritura sobre la violencia, comienzan a publicarse obras que ya no tematizan tan directamente los hechos de la violencia, sino que la asumen como un fenómeno complejo y diverso. Aparecen novelas en las que la estructura y el tratamiento del personaje, así como el uso de procedimientos narrativos más especializados, se hacen frecuentes y empiezan a dar talla a las producciones narrativas. Son los casos de El Cristo de espaldas (1952) y Siervo sin tierra (1954) de Eduardo Caballero Calderón, entre otras. A medida que el tiempo avanza, la violencia cambia de modalidad y de espacios. A la violencia partidista sigue la violencia guerrillera de los sesenta y setenta y luego la del narcotráfico de los años ochenta y noventa. A estas violencias también se les trata en la novelística colombiana. Para citar apenas dos ejemplos: las obras de Arturo Alape que se centran en la violencia guerrillera Y La Virgen de los sicarios (1994) de Fernando Mejía.


CIUDADES
ESCRITAS








LUZ MARY GIRALDO





La estructura tripartita del libro con su tejido de épocas, textos y categorías analíticas conforma un nuevo fresco de la narrativa colombiana del siglo XX, en el cual se representan ideologías, conflictos, mentalidades, procesos de urbanización, dinámicas históricas, en fin, construcciones espaciales que evidencian aristas no conocidas de la realidad y de la cultura.
En efecto, la primera parte, "La ciudad arcadia", evidencia los significados de un modelo funcional "letrado" o "hidalgo", cuya ideología pretende prolongar en América la estructura monolítica de la metrópoli española; este prototipo origina distintas versiones literarias, desde la arcadia usurpada ("Cien años de soledad" de García Márquez) hasta la ciudad perdida del mundo prehispánico en medio de la dominación ("El Gran Jaguar" de Bernardo Valderrama Andrade). A su vez, la arcadia "es también el idilio con culturas ajenas, aprendidas, impuestas o deseadas" (20), representación que obedece a diversos móviles en los inicios de la modernidad colombiana, tal es el caso de la "Sala" como emblema del mundo cosmopolita y de la urbe culta más allá del provincialismo bogotano ("De sobremesa" de José Asunción Silva). Desde esta perspectiva es posible vincular narradores y novelas de fines del siglo XX ("Prytaneum" y "Una lección de abismo" de Ricardo Cano Gaviria, "El Bulevar de los héroes" y "El Viaje Triunfal" de Eduardo García Aguilar).
En la segunda parte "Ciudades históricas - De regreso al pasado", Luz Mary Giraldo, además de valorar la incursión que Bernardo Valderrama Andrade hace de ciudades congeladas en tiempos míticos amenazados por acontecimientos próximos a irrumpir ("Tairanoca" y " La ciudad perdida". Buriticá 200"), se aproxima a un corpus narrativo que recrea épocas determinadas de la historia en relación con el desarrollo de nuestras ciudades coloniales y decimonónicas. 
La tercera parte, "Ciudades contemporáneas. El presente, el pasado, el futuro", es quizá el tejido crítico más complejo del libro, y a la vez el más lúcido, tanto por la confluencia cruzada de categorías analíticas, como por el amplio corpus de textos referenciados o estudiados. En esta ocasión, la autora se ubica en una perspectiva cercana a una ontología y a una fenomenología de la ciudad para percibir su emergencia catastrófica en los tiempos contemporáneos. Para ello se vale de dos figuras fundamentales en la representación de los nuevos espacios urbanos: el "sonámbulo" y "el extranjero" moviéndose en un escenario problematizado, "el tráfico", todo lo cual evidencia que en la narrativa colombiana del siglo XX se representan de manera superpuesta ciudades fragmentarias o dispersas, confluyen diversidad de memorias culturales y se confrontan experiencias de todo tipo. Surgen así sociedades anómalas, en muchos casos masificados, escindidos o inestables. Se explica entonces que los imaginarios narrativos recreen o funden ciudades correspondientes a tiempos reales o ficticios, con referencia a pasados inmediatos o mediatos, a presentes que a su vez se transforman en pretérito y a futuros generados desde las incertidumbres del hoy. Las representaciones narrativas se multiplican y desplazan:

• Papel de los inmigrantes en la conformación de la ciudad colombiana; unos pretenden ascender socialmente enfrentando toda clase de obstáculos.

• El transeúnte urbano es otra manera de reconocer la piel cambiante de la ciudad en sus versiones de viajero, visitante, descubridor o habitante conflictivo.

• La experiencia de la música y la vivencia de la noche son dispositivos privilegiados en la representación de la ciudad contemporánea en relación con marginalidades, resistencias o transgresiones en medio de la aguda crisis axiológica y de sentido.

• El libro se cierra estableciendo una tipología de la ciudad colombiana narrativizada a través de estructuras paródicas o de risa, que en todos los casos logran desnudar las verdades del poder, cuestionar la solemnidad de la cultura o resquebrajar una herencia simbólica inadecuada y anacrónica.


POSTMODENIDAD
LITERARIA










JAIME ALEJANDRO
RODRÍGUEZ


La literatura posmoderna considera la escritura como el modelo del mundo y sigue los parámetros de una estética de fuerzas, según la cual la producción de la obra está en manos del lector. En consecuencia, lejos de la recepción pasiva, se le exigen nuevas competencias para que esté en capacidad de asumir lo fragmentario y lo inestable. Esta potenciación de la obra requiere otro tipo de recepción, lo cual puede producir paradójicamente la indiferencia del lector, el esquematismo de las obras y la superficialidad.

La literatura posmoderna también se identifica por su carácter anti discursivo, que se manifiesta en dos direcciones: la ostentación y el ornamento. La primera está relacionada con la meta ficción como proceso de auto ciencia, que denuncia el carácter ficticio de la obra. La segunda es, ante todo, un impulso hacia la intertextualidad que, favorecido por una actitud relativista, convierte la creación en un acto de bricolaje: el autor es básicamente un compilador de materiales fragmentarios. Ante este debilitamiento de las categorías de originalidad, presencia y significación nace una nueva superficialidad.

En la novela posmoderna, este carácter anti discursivo busca superar el agotamiento de las fórmulas modernas, siguiendo tres caminos: las llamadas no escuchadas planteadas por M. Kundera en El arte de la novela: el juego, el sueño, la síntesis intelectual y el tiempo; el origen anti discursivo del género analizado por J. Kristeva en El texto de la novela y las transformaciones de la línea narrativa señaladas por Walter Ong.

EXÁMEN DE LA METAFICCIÓN EN ALGUNAS NOVELAS COLOMBIANAS RECIENTES

En este ensayo, el autor analiza la presencia de rasgos metaficcionales como la tematización del proceso de escritura, el planteamiento de líneas de equivalencia entre el lenguaje y la realidad, la exigencia de competencias narrativas no habituales y algunas expresiones de autoconciencia, en once novelas colombianas publicadas entre 1983 y 1991: Mujeres amadas (Marco Tulio .Aguilera Garramuño), La ceniza del libertador (Fernando Cruz Kronfly), Las puertas del infierno (José .Luis Díaz Granados), El visitante (Elías Flórez Broom), La muerte de Alec (Darío Jaramillo Agudelo), Trasplante a Nueva York (Álvaro Pineda Botero), La otra selva (Boris Salazar), Reptil en el tiempo (María Helena .Uribe), El álbum secreto del Sagrado Corazón (Rodrigo .Parra Sandoval, ) La ciudad interior (Fredy Téllez) y Trapos al sol (Julio .Olaciregui).


MUNDO COMO ESCRITURA EN DE SOBREMESA
Tras aceptar que la lectura de De sobremesa conduce al lector hacia la irrealidad, J.A. Rodríguez sugiere una lectura posmoderna de esta novela a partir de la estrategia de desrealización planteada por Silva.

La noción de desrealización, o desplazamiento de lo real, se configura en torno a la polémica acerca del sentido del arte en la sociedad tecnificada. La posición de la estética moderna al respecto encuentra en la obra de Baudelaire su primera manifestación, pues en ella se propone la presencia de un yo abstracto que pueda distanciarse de lo real, la elaboración de un universo formal que pueda anteponerse al caos empírico, así como el cuestionamiento del lector y la existencia de una conciencia del lenguaje poético cercana a la vivencia mística. La consecuencia ontológica de todo esto es la renuncia a la objetividad del mundo y la recuperación del misterio. Es decir, se verifica un desplazamiento de lo real hacia lo irreal.

Esta mirada posmoderna resalta la existencia de una escritura metaficcional y la necesidad de replantear la genealogía de la novela en Colombia, a partir de un sistema de factores socioculturales y afinidades creativas, que permita analizar las relaciones literarias en un contexto internacionalizado.

RESEÑAS

Cárcel por amor: relaciones tormentosas
La lectura posmoderna de esta obra de Álvaro Pineda Botero resalta seis temáticas: intertextualidad (la transformación de Cárcel de amor, de Diego de San Pedro en Cárcel por amor), destrucción de los límites entre realidad y ficción, expresiones de autoconciencia que dirigen la atención hacia el parergon (atención a lo marginal), desplazamiento de la palabra por la imagen, construcción de una estructura simbólica en torno a las mariposas y ocultamiento del autor.

El talón de María: creer a pesar de todo
Esta novela de Juan Manuel Silva hace una crítica deconstructiva de las estructuras autoritarias, específicamente, de las creencias religiosas, mediante tres estrategias: la parodia, lo fantástico como mecanismo de desmonte de lo verosímil y una escritura barroca.

Cartas cruzadas: una lección de realismo
La segunda novela de Jaramillo Agudelo, además de potenciar el género epistolar y su evidente ocultamiento del autor, se erige como una lección narrativa al combinar de manera eficaz tres características del realismo: la elaboración de la singularidad de los escenarios -el mundo académico universitario y la sociedad antioqueña en la década de los setenta-, la construcción de una historia interesante y el desarrollo de su potencial simbólico.

Posmodernidad literaria en El último diario de Tony Flowers
Esta obra de Escobar Giraldo no sólo presenta características generales de la escritura posmoderna como la destrucción del límite entre realidad y ficción al convertir la escritura en modelo del mundo, el cuestionamiento de la autoridad tanto del diario como del autor, el énfasis en la metaficción, el recurso a diferentes niveles de intertextualidad y la participación activa del lector. Además, utiliza estas estrategias para relevar el espíritu de la época en las actitudes irracionales, cosmopolitas y mundanas de los personajes.

Aventura literaria en tres actos
Esta reseña valora Opio en las nubes, Metatrón y El camino del caimán -obras ganadoras de los Premios nacionales de Colcultura entre 1992 y 1995- como manifestaciones de las nuevas posibilidades narrativas, tras la liberación del género respecto a los fines políticos o moralistas.
  

LA NOVELA
POLICIACA EN
COLOMBIA





HUBERT PÖPPEL
























Hubert Pöppel ha convertido su estudio de la novela policíaca colombiana en un texto de crítica literaria que abre un hito en el ambiguo y, a veces, demasiado esquemático terreno de los análisis locales sobre la narrativa contemporánea nacional. La novela policíaca en Colombia, pese a la especialización de su tema genérico, presenta al lector sus tesis sobre la lógica, el sentido discursivo del género mismo; así como también argumenta sobre el contexto histórico, la recepción, las tendencias desarrolladas y hace, por último, un balance prospectivo sobre los caminos y las obras que se están publicando.
Este género enuncia —y no sólo lo aventuro, pues se deduce del ensayo de Pöppel— cómo se ha ido incubando hasta lograr un desarrollo propio o particular. Este tipo de estudios, tanto desde lo analítico como desde lo histórico, abre una perspectiva metodológica diferente sobre la manera de hacer crítica, de observar y estudiar la novela a colombiana en cualquiera de sus aspectos. Desde este ángulo es un ejemplo crítico que sobrepasa el nominalismo vacuo, las caracterizaciones planas que sobre la narrativa colombiana suelen realizarse. Su esfuerzo investigativo sólo puede parangonearse en la actualidad con el conjunto de los trabajos de Álvaro Pineda Botero y con el trabajo en curso, pero igualmente sistemático que, sobre novela y posmodernidad, está realizando Jaime A. Rodríguez, así como también en los de Raymond Williams quien fue uno de los primeros analistas de la novelística contemporánea. Existe, por ello, un aporte inesperado y tangencial de Pöppel, uno que va más allá de su valioso estudio crítico. Me refiero a que La novela policíaca en Colombia es un modelo de crítica sistemática que quiere desentrañar y especificar, desde adentro de lo literario, sin sacrificar la objetividad argumental, cuáles son los ejercicios de narrativa policíaca que se están desarrollando y cómo se los puede contextualizar en cuanto a la lógica del género mismo.
La novela policíaca en Colombia, sin que lo pretenda tampoco, es una incitación general a escribir este de tipo de novela, a más de descubrirle al lector que el género no es tan simple como parece. No se trata, entonces, de una subliteratura a la que se llega por el consumo. Contiene esta vertiente de la narrativa contemporánea demasiadas posibilidades de desarrollo, así como también contiene una compleja perspectiva textual que es sometida al escrutinio del investigador literario, quien más que perseguir a un autor criminal, a un mal o buen texto, trata de descifrar cuál es la lógica de su discurso. La novela policíaca en Colombia es, de un modo general, un reto útil tanto para escritores, para los críticos como para lectores no especializados. Estos últimos deben comprender las variantes que presenta el género y el crítico, Pöppel, le presta su ayuda al descifrarlas. En general, el género es permeable a este tipo de recorridos.

CIENCIA FICCIÓN
EN
COLOMBIA

 











RICARDO BURGOS



Colombia no cuenta con muchos cultores de la CF y no tiene una larga historia que contar sobre el particular. Baste señalar que en 77 años de existencia del género, se han escrito apenas 18 obras. Fueron sus primeros creadores: José Félix Fuenmayor, (Una triste aventura de catorce sabios, novela, 1928). José Antonio Osorio Lizarazo (Barranquilla, año 2132. Novela, 1932) y Manuel F. Sliger (Viajes en Zepelines que tendrían lugar en el 2009, novela, 1936). La lista se completa con Germán Espinosa (La noche de la Trapa, cuentos, 1965), René Rebetez (La prehistoria y otros cuentos, 1967), Alberto Gaviria Coronado (Brujos cósmicos, cuentos, 1974), Jesús Arango Cano (Mi gran aventura cósmica, 1976) Antonio Mora Vélez (Glitza, cuentos, 1979), Rubén Ardila (Walden tres, novela, 1979), Rafael de J. Enríquez (Los dioses descienden al amanecer, novela, 1990), Jaime Restrepo Cuartas (El cero absoluto, novela, 1995) y Gustavo Wilches-Chaux (El universo amarrado a la pata de una cama, cuentos, 2004), para no mencionar sino a los que han publicado uno o más libros del género. Y dejando constancia que muchos de los libros de cuentos no lo son íntegramente de ciencia ficción, incluyen también textos fantásticos, de misterio y hasta “realistas”.

Del concurso de cuentos de CF organizado por el Instituto de Cultura de Bogotá  en 1997, y en el cual fuimos jurados René Rebetez, William Ospina y el autor de esta nota, salieron escritores como Campo Ricardo Burgos, Juan B. Gutiérrez,  Hoover Delgado, Enrique Castillo, Mario Alberto Price, César Jaír Rojas y Orlando Mejía Rivera, quienes bregan por publicar su primer libro del género.

En opinión de uno de ellos, Campo Ricardo Burgos –quien fue primero crítico y luego narrador del género—: “La narrativa colombiana de ciencia ficción ha sido una de esas literaturas que nunca se incluyen en las tantas historias literarias de este país, y en ese desconocimiento radica al menos una de las causas de su marginamiento”. [1]. Las editoriales, por su parte, señalan que los libros de ciencia-ficción de autores nacionales no se venden porque ésta no ha alcanzado los niveles de la ciencia ficción internacional. Y cuando publican algún  libro, lo hacen por encargo comercial o por amistad con el escritor. Tal vez ello explica que sólo dos de los escritores arriba nombrados, René Rebetez y el suscrito, hayamos escrito más de un libro de ciencia-ficción, y que Germán Espinosa haya abandonado el género y optado por la novela histórica, que lo consagró.

Esta breve antología —muy del gusto personal, como toda antología— recoge textos breves de los escritores  René Rebetez, Germán Espinosa y mío —que pertenecemos a la generación de los veteranos—, y de los representantes de la nueva generación: Orlando Mejía Rivera, Campo Ricardo Burgos y Juan B. Gutiérrez.

Todos figuramos en la antología Contemporáneos del porvenir: Primera antología de la ciencia ficción colombiana (Espasa, Bogotá, 2000), compilación que hiciera el pionero René Rebetez antes de morir, y de la cual hemos tomado la mayor parte de los relatos de esta selección.

[1] BURGOS CAMPO, Ricardo "La narrativa de ciencia ficción en Colombia". Volumen 1. Literatura y Cultura: Narrativa colombiana del siglo XX. Bogotá,  Ministerio de Cultura, 2000.

ESCRITURAS
FEMENINAS
 









MARÍA MERCEDES JARAMILLO



BETTY OSORIO


 











MARTA INÉS ROBLEDO






LITERATURA Y DIFERENCIA:

Colombia vive actualmente un momento histórico en el que se reconoce la heterogeneidad de los sectores que la han integrado desde sus comienzos. La noción de que somos un país hispánico, blanco y católico es una falacia que está siendo desvirtuada, paulatina pero irreversiblemente por antropólogos, historiadores, sociólogos y otros trabajadores de la cultura. Así, la imagen de Colombia que se empieza a vislumbrar al final del siglo XX es la de una nación mul­tiétnica, donde se hablan varios idiomas, se practican reli­giones muy diversas y donde los vínculos entre la Iglesia Católica y el Estado están muy resquebrajados. El sistema político, que durante décadas estuvo marcado por el bipar­tidismo, se ha visto duramente golpeado.

En esta situación, las mujeres colombianas luchan por sobrevivir, trabajando en una sociedad que les exige niveles de eficiencia acordes con la racionalidad moderna, pero atrapadas, la mayoría de ellas, en una intimidad y unas relaciones familiares que son todavía patriarcales y esclavizantes. Es visible la presencia de las mujeres colombianas en posiciones de importancia en todos los sectores de la sociedad, y su progreso económico es innegable, pero es poco probable que su vida cotidiana haya sido transformada de tal manera que pueda servir de apoyo eficaz a su vida pública.

Estos conflictos limitan el desarrollo social, a pesar de que en los últimos años el avance de la mujer y su toma de posiciones en defensa del feminismo han sido notables y vertiginosos. En 1982, se fundó la Casa de la Mujer de Santafé de Bogotá y con ella se reconoce la necesidad de establecer mecanismos gubernamentales que les ayuden a las mujeres colombianas a consolidar su condición de ciu­dadanas libres. Las publicaciones de esta entidad y su modo colectivo de operación han logrado crear una dinámica que afecta a diferentes sectores de la sociedad. Obras como Nuevos espacios y otros retos (1986),
Violencia en la intimidad ( 1.988) y las cartillas sobre derecho de familia, derecho penal y control de la fertilidad han educado a una porción impor­tante de la población femenina colombiana. Los efectos de este tipo de trabajo se han extendido a otras comunidades ya la provincia.

Aceptar que los problemas de las mujeres colombianas son parte intrínseca de la sociedad en general, y que deben resolverse en este contexto, plantea un doble compromiso para quienes se interesan en ellos. Así, para superar la marginalidad femenina no es suficiente eliminar la miseria y las limitaciones laborales ni la brecha, enorme, entre la situación de las mujeres que han tenido acceso a la educa­ción y se han integrado a la vida pública y las que no han alcanzado estos derechos (9). Es preciso, además, percatarse de que el condicionamiento social que encierra y jerarquiza a la mujer en una posición de inferioridad se reproduce con sus peculiaridades en clases sociales más altas y en países más desarrollados. Se ha sostenido repetidamente que la causa de tales desbalances -que Martha Lucía Uribe y Olga Amparo Sánchez, en violencia en la intimidad, identifican en la realidad nacional- radica en la pervivencia y aplicación del tradicional modelo de socialización familiar y escolar, en el que se promueve la subordinación de la mujer al hombre y se facilita además el abuso del poder y el ejercicio de éste por cualquier medio. (10).

9 Véase Elssy Bonilla y Penélope Rodríguez. Fuera del Cerco. Mujeres, estructura y cambio social en Colombia. Santafé de Bogotá. Editorial Presencia. 1993. Estas autoras consideran que las mujeres colom­bianas. De los sectores altos y medios. Que han buscado una mejor posición en la sociedad deben asumir. Desde la perspectiva del com­promiso político y de los intereses estratégicos de género. Responsabi­lidades sociales con las mujeres de los estratos más bajos (245).

10 Casa de la Mujer, Violencia en la intimidad. Santafé de Bogotá: Editorial. Gente Nueva. 1988.

ELLAS CUENTAN: Luz Mary Giraldo

¿Qué han contado las mujeres a lo largo de nuestra historia literaria y cómo ha sido su escritura? ¿Qué papel han cumplido con este ejercicio? Hasta avanzado el presente siglo, su participación en las letras no solamente ha sido discreta sino de poca aceptación, pues prima la idea de que sus propuestas literarias van a la zaga de otras, a pesar de que se han dado casos en los que tanto la temática como los recursos estilístos de sus escritos corresponden o se adelantan a los de su tiempo.

Como un avance de las investigaciones contemporáneas, algunos estudiosos han invitado a revalorar la significación del papel de la mujer en la vida doméstica, social y cultural, y llamando la atención sobre el escaso reconocimiento de su función en la historia y las expresiones artísticas, afirman que ello obedece principalmente a la sustentación de un orden patriarcal. Ese orden tiene diversas implicaciones: puede relacionarse con el sistema de valores tradicionales impuesto por la cultura fundadora, en este caso la española, que determinó unos lineamientos morales, religiosos, sociales, políticos, ideológicos, económicos, etc., seguidos en el proceso de desarrollo de nuestra historia por la adopción de modelos de otras culturas europeas, como los de la Francia napoleónica o la Inglaterra victoriana. Como resultado, sin lugar a dudas, el sistema imperan te demuestra que las mujeres han ejercido y orientado su reinado en el seno del ambiente doméstico, y que los hombres han hecho historia fuera de éste. No es gratuita la famosa y reiterada sentencia: «las mujeres hacen de su casa el universo y los hombres del universo su casa», ratificada en determinados ambientes al afirmar que «los hombres son de la calle y las mujeres de la casa». Sin embargo, la cuestión no es tan fácil.

El cambio en el sistema de valores en toda la cultura se hace de manera lenta y penosa. Siguiendo los postulados del sociólogo Norbert Elias, referentes «al cambiante equilibrio de poder entre los sexos», asentimos con él que estos cambios «nunca se pueden realizar o entender sin considerar el desarrollo global de la sociedad» (1) Es por eso que en el caso colombiano, el carácter sumiso o silencioso del género femenino frente al determinante mas­culino en el engranaje histórico y cultural no debe verse de manera aislada.

Desde la Conquista las concepciones culturales europeas moldearon no sólo los principios y creencias sino las formas de expresión, la sensibilidad, la manera de participar en la vida social o cultural, los espacios propios de cada sexo, los oficios, en fin, imponiendo a la mujer el rol fundamental de ser guardiana del hogar y de los principios morales, religiosos y sociales. Esto condujo a un largo repliegue que se prolongó hasta avanzado el siglo XX, en el que al margen de su cotidianidad la mujer cultivó y alimentó «su espiritualidad» de diversas maneras: en la Colonia, por ejemplo, algunas de aquellas que optaban por la vida monacal o eran llevadas a ella, tenían acceso a la lectura, a la reflexión y hasta a la creación. Durante el siglo XIX y avanzado el presente, se consideraba «adorno» de su personalidad la lectura de poesía o de autores clásicos que, acompañados por la ejecución de un instrumento musical o la elaboración de los llamados «trabajos manuales» correspondientes a objetos del hogar (manteles, lencería, carpetas, ajuares de novia o de bebés, etc.), con la delicadeza de su interpretación o el primor de sus bordados, según el caso, así como con el ejercicio creativo, constituían un estimulante complemen­to de la belleza interior. Sólo al iniciarse la segunda mitad del siglo XX la escritura como creación literaria se convierte en motivo de inquietud para algunas autoras, aunque en la mayoría de los casos éste se realice al margen de las actividades familiares, sociales o profesionales. Es entre las décadas del sesenta y setenta, y al calor de la conciencia de cambio en los niveles políticos, ideológicos y culturales, que la mujer asume la creación como una forma de expresión de su época, de su condición y de su ser en el mundo y en la sociedad; algunas reconocen la literatura no como expresión autobiográfica sino como arma contra lo establecido, y en la última década, unas pocas, al gozar de prestigio entre lectores y editoriales, lo aprovechan como grato ejercicio profesional y creativo. Una lectura juiciosa de la producción artística y cultural de nuestro país nos lleva a concluir que Colombia no ha demostrado un carácter de transgresor, ni está prepa­rada para ello: solemne y convencional, acepta y se ape­ga a los modelos tradicionales y, rechaza o desconoce aquello que ponga en crisis lo establecido. Pese al silencio de la crítica o de los lectores, aisladas escritoras abrieron caminos o marcharon parejo con los autores ya finales de nuestro siglo, sin grandes osadías estilísticas, forma­les y estructurales, algunas pulsan el terreno de lo contestatario al explorar temas a los que las mujeres no habían accedido de manera deliberada o abierta.


1 Norbert Elias. «El cambiante equilibrio de poder entre los sexos. Un estudio procesual: el ejemplo del antiguo Estado romano». La civiliza­ción de los padres y otros ensayos. Santafé de Bogotá, Editorial Nor­ma-Editorial Universidad Nacional, 1998, p. 247. 
ENSAYOS Y APROXIMACIONES A LA OBRA LITERATURA COLOMBIANA

 



















AUGUSTO ESCOBAR MESA


Lo que se busca con estos ensayos o, más bien, aproximaciones, fruto de pacientes relecturas, es hacer el levantamiento cartográfico de la producción literaria de, directamente, doce escritores y, de manera panorámica, de varias decenas más, en el que podrá observarse de manera razonable la peculiaridad de ellos con respecto a otros escritores de su tiempo; sus sinuosidades, requiebros y abismos, sus sibilinas y recónditas sombras, al igual que sus transparencias. Si la vida de ellos no nos es ajena, nuestra búsqueda se afinca en lo que hoy los hace permanentes -aunque algunos no sean aún reconocibles en la opinión de la crítica tradicional-: su vida y muchas otras vidas que aquella las contiene, incluyendo, por supuesto, las imaginarias nacidas de las palabras.

Diversas son las lecturas realizadas en estos textos, según la obra u obras, según el escritor o la motivación del crítico. Estas van desde la fenomenológica hasta la posestructural, pasando por la biográfica, sociológica, contenidista, de género, etnoantropológica y periodística, sin que en ningún artículo se recurra a explicitar las formalidades de dichos métodos, pero no por ello dejan de estar operando de manera sistemática y racional. El texto o los textos estudiados en cada artículo imponen su propio código discursivo de análisis, que no indica la exclusión de otros sino la perspectiva de un lector atento y circunstancial. Pero lo que en realidad interesa es llegar al lector con propuestas que permitan una mejor comprensión de obras y escritores que no suelen figurar en los manuales tradicionales ni en los de moda. y menos, en la opinión de los comentarios ligeros de la prensa. Son obras y escritores que hacen parte esencial de la literatura del país al haber contribuido de una manera u otra, casi siempre en silencio. A fundar una tradición, que en algunos casos no ha sido secundada (2). y que está en mora de hacerlo. Estas aproximaciones no tienen otra pretensión que la de invitar a leer o releer la producción literaria de estos escritores, con la seguridad de que en ellos se hallará parte de la base de una identidad cultural que está por construirse ya la que cada vez se le hace más esguinces. El acercamiento a sus obras -y a la de muchos otros escritores que aún esperan sus lectores­ permitirá confirmar que una buena parte de la historia literaria de este país aún está por escribirse.

Este texto está compuesto de diez artículos o capítulos articulados por una idea central: unidad en la multiplicidad. Unidad temática y de criterio que se observa en: la singularidad de cada uno de los escritores y/o obras estudiadas, la autenticidad de sus escrituras que abre brecha y propone alternativas estéticas para el medio y. finalmente. su peculiar reflexión sobre el hombre y la sociedad colombiana casi siempre en situación de conflicto. Aunque no se explicita de manera categórica, cada artículo funciona operativamente como ya se dijo, con una propuesta metodológica o teórica y mediada por uno o varios conceptos básicos que son los que permiten relievar la peculiaridad de la obra y del escritor estudiado.




SOBRE CUENTO COLOMBIANO

LUZ MARY GIRALDO














CUENTOS DE FIN DE SIGLO
Al hacer una tipología de nuestra narrativa de las tres últimas décadas, se identifican no sólo diversidad de tendencias sino la manera como ésta se articula a su tiempo. Ciudad, historia y escritura, entrecruzados en esta tipología en la que unos y otros autores se encuentran, demuestran el fluir de la modernidad, los cambios de perspectiva y las diferentes formas de relacionarse de los escritores. Concepciones ideológicas, modos de vida, for­mación intelectual o profesional, lugar de donde provie­nen y la generación a la que pertenecen, son algunas de las circunstancias que contribuyen a definir su narrativa y sus preocupaciones.


CUENTOS Y RELATOS DE LA LITERATURA COLOMBIANA

Este  texto reflexiona  acerca  de  la  importancia,  por  su  actualidad,  que tiene para los estudiosos de la historia literaria colombiana, el libro de Luz Mary  Giraldo, pues su contenido y análisis permiten acceder a un panorama amplio y  pormenorizado  no  sólo  del  cuento  sino  del  relato  colombianos.  Así  mismo,  vemos como dicha antología viene a sumarse a una serie de textos que por su interés particular, proveen un amplio conocimiento del cuento en Colombia.
Luz   Mary Giraldo , entrega una muestra de relatos que, como dice ella misma en  el  prólogo,  “permite  hacer  un  viaje  en  el  tiempo,  haciendo  estaciones  en diversas épocas representadas  por  concepciones  y  mundos,  estilos  y  temas.  Un viaje a través de cuentos que atrapan al lector sin soltarlo...” (2005, I, xiii); una antología de “cuentos que cuenten, que narren una historia convincente que atrape  al  lector  y  no  lo  suelte” (xxviii). Cada  cuento envía al  lector  a los  cuentos  ya  leídos  y  también  a  los  que  imagina  o  empieza  a  crear  como respuesta a  su  lectura.  Es  una  cadena  que,  por  épocas,  algún  lector  decide suspender para agrupar algunos de ellos por particulares decisiones de gusto, interés temático o geográfico, criterios cronológicos o formales, u otros. Este es  el  caso  de  la  selección  que  en  dos  volúmenes  presenta  la  poetisa, investigadora y docente universitaria.
  
Narradores del XXI. Cuatro cuentistas colombianos
 














JAIME ALEJANDRO RODRÍGUEZ
PABLO JOSÉ MONTOYA CAMPUZANO.

La crítica ha destacado tres elementos de su erudición: las referencias a la historia, especialmente a personajes históricos; su recurso a la música, que es utilizada más que como telón de fondo, como generadora de ritmos y estructuras narrativas, y el tratamiento de espacios que hacen de su obra un espléndido paisaje cosmopolita.

Por lo general acude a la frase corta, a la alegoría y a una dosificación estratégica de la información que a duras penas va recogiendo el lector, con lo que logra convocar conexiones implícitas y extraordinarios. Sus temas más frecuentes son la muerte, la soledad y el destino, pero sus textos se llenan de una cultura basta y profunda que universaliza su expresión y la integra, muy oportunamente, a un ámbito global.

LINA MARÍA PÉREZ GAVIRIA.

Tanto el tratamiento de los relatos como sus temas permiten ubicar su narrativa dentro de la llamada literatura negra , en la cual, los asesinatos y las muertes violentas contrastan con la vida aparentemente insignificante de los personajes y constituyen el eje principal de la narración.

La ironía y el engaño son algunos de los tópicos que hacen mayor presencia a lo largo de los cuentos de Lina María. En todos ellos, la atención se centra sobre un personaje que el narrador sabe captar en un momento crucial de su vida y del cual nos ofrece los datos de su existencia, mientras que subrepticiamente se van tejiendo hilos que conducirán inevitablemente al efecto sorpresa.

En muchos casos, la autora se vale de la técnica de cambio inesperado de focalización para lograr la inversión de la estructura narrativa, con lo que el lector cae ingenuamente en una trampa de calibre semejante a la que han tenido que soportar también los personajes de la obra, asegurando de esta manera, sutil e inteligente, la identificación del lector.


OCTAVIO ESCOBAR GIRALDO.
Escobar posee una gran habilidad narrativa que le permite andaduras muy diversas: desde el tratamiento de la fábula convencional hasta la elaboración de verdaderas parodias metaficcionales, desde el eficaz aprovechamiento de la cultura popular, hasta la pulcritud del cuento histórico y culto, desde la ironía más sutil hasta la inteligencia contundente de la ficción breve. Y todo esto con un uso a la vez preciso, creativo y fluido del lenguaje.


RICARDO SILVA ROMERO.

Toda su obra se destaca por el empleo del humor como estrategia de oposición frente al desastre de las situaciones narradas y la frustración de sus personajes. Silva, al igual que otros autores latinoamericanos como Augusto Monterroso, recurre a una propuesta expresiva que ha encontrado en las actitudes y situaciones cómicas una solución estética. Nada más apropiado para acceder a la obra de Silva Romero que acudir a las afirmaciones de Arnold Hauser, según las cuales el humor es una forma de expresión moderna que, a la par con la tragedia, sirve para comprender mejor la imagen de la vida contemporánea en su complejidad y en su contradicción interna. El humor, como la tragedia, considera el no de la situación: es escéptico y crítico, pero también, a diferencia de la tragedia, el sí: con su sobriedad, con la recuperación de las verdaderas proporciones, con su flexibilidad, impide el surgimiento de la desesperación y de la renuncia definitiva. “En la tolerancia consiste la esencia del humor”, nos dice Hauser; el humor devela la complejidad de la vida moderna, pero relativiza su tragedia.

Maestro de la peripecia, Silva acude a su formación como literato (y a la conciencia lúcida y perversa de la literatura) para proponer relatos elaborados con inquina, capaces de asestar los más duros golpes a los valores mejor establecidos. No confía en nada, no avala ningún principio y se burla de cuanta certeza hemos construido. Maneja la categoría del narrador con una habilidad inigualable y se vale de códigos cotidianos para preparar los efectos devastadores de su discurso. El énfasis de los relatos de Silva se ejerce sobre la componente critico-escéptica del humor, lo que los acerca a la ironía socrática, inteligente y mordaz.










LA MINIFICCIÓN EN COLOMBIA




HENRY GONZÁLES
En el marco del convenio entre la Universidad Pedagógica Nacional de Colombia y la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco, de México, La minificción en Colombia, compilada por Henry González, profesor de la Universidad Pedagógica Nacional y organizador del más reciente Congreso Internacional de Minificción, es una antología de cincuenta micro relatos compuestos por las voces más representativas del país tales como Luis Vidales, Álvaro Mutis, Álvaro Cepeda Zamudio, Andrés Caicedo, Manuel Mejía Vallejo, Jairo Aníbal Niño, David Sánchez Juliao, Nana Rodríguez, Triunfo Arciniégas, Harold Kremer, Guillermo Bustamante o Juan Carlos Botero, entre muchos otros autores.

Este libro representa un texto vital para comprender la historia del micro relato colombiano y la relevancia que ha ido ganando a través del tiempo con autores reconocidos en otros géneros más tradicionales. Desde Luis Vidales, pionero del género en el país, hasta Juan Carlos Botero, reconocido y premiado novelista colombiano, La minificción en Colombia recoge textos que abordan el humor, el sarcasmo, el drama, el dolor, la venganza y la sorpresa, como si cada uno de los cincuenta micro relatos antologados sirviera de excusa para exponer el sentir colombiano, sufrimiento o alegría, con todo lo que implica, para bien o para mal.
UN SIGLO DE EROTISMO EN EL CUENTO COLOMBIANO. INTRODUCCIÓN

 

    













OSCAR CASTRO GARCÍA
Esta antología reúne veintisiete cuentos publicados en el transcurso del siglo XX, los cuales ofrecen una muestra representativa del desarrollo del erotismo no sólo en la vida del individuo sino también en la sociedad y en la cultura colombianas, tanto en campos, pueblos y ciudades, como en espacios abiertos o cerrados, profanos o sagrados, y bajo diversas circunstancias históricas, políticas e ideológicas.
El cuento colombiano recrea casi todas las manifesta­ciones del erotismo, aunque en muchos casos con limitaciones conceptuales, léxicas, psicológicas, imaginativas o literarias. No obstante, la manifestación de Eros en la literatura permite identificar matices, prácticas, ideolo­gías, transgresiones, represiones y libertades, es decir, múltiples dimensiones del erotismo, tanto en la vida prác­tica como en la fantasía o, en este caso, en la ficción. De esta manera, el cuento literario colombiano ha empren­dido búsquedas y ha logrado expresiones atrevidas, pues­to que ha profundizado y explorado el erotismo en sus múltiples manifestaciones y tendencias, a pesar de las censuras que han determinado las costumbres amorosas y sexuales tanto individuales como sociales de los colom­bianos; tarea emprendida con temor o bajo el imperio de la norma, por escritores de ingenio, humor y osadía, que escribieron o escriben el cuerpo y el deseo, sobre el cuer­po ya través de éste, con menos intensidad a principios del siglo XX y con gran pasión a fines de él.




SOBRE NARRATIVA RECIENTE
¿DÓNDE ESTAMOS?
LUZ MARY GIRALDO
Una historia con principio y sin fin en medio de la violencia que, según se sugiere, puede evolucionar en otra de redención al lado de una mujer buscada, y la que corresponde a la voz narradora. Una historia, en fin, que proviene de la realidad y que la escritura expresa en su oficio colectivo, dice la autora tendiendo un puente con las inquietudes del cronista ALFREDO MOLANO.

En la brevedad del texto todo ha sucedido antes del relato, insistiéndose en lo que ha dejado la historia de la violencia que avanza ciega hacia ninguna parte con su río de cadáveres y desaparecidos, mientras genera el infierno de la huída y el limbo y la angustia de la ausencia y el vacío. Lo que pasa está en la interioridad, en la intimidad, vuelto escritura novelesca.

La periodista apela al juego de todas las personas narrativas ajustando la oralidad a la escritura, entretejiendo voces y construyendo la subjetividad de las mismas: así articula la voz de Siete por Tres, la de Perpetua y la suya. A través del protagonista sabemos del sentimiento profundo de su búsqueda; gracias a Perpetua conoceremos el pasado del personaje y diversas situaciones apremiantes, sabremos de Charro Lindo, el líder que por ir detrás de una mujer abandonó a la multitud al "sálvese quien pueda"; tendremos también otra versión de Matilde Lina, de los azares de la guerra, la violencia y el desplazamiento; por la narradora se dará la posibilidad de entender no sólo los hechos en el contexto sino en el sentido de la condición del exilio como peregrinaje interno, una suerte de destino fatídico, una constante búsqueda. También, desde la voz narradora comprenderemos la función de la lectura y la escritura como reflejo de sí mismo, manera de vivir o de escapar.
TENDENCIAS DE LA NARRATIVA ACTUAL EN COLOMBIA
La literatura de hoy refleja, como epopeyas, las aventuras ordinarias de los hombres, esos problemas que se presentan cualquier día para una persona de la «comunicorrientidad». y es, precisamente, sobre es­tos temas de la vida diaria, sobre los que escriben la mayoría de los es­critores vernáculos. En España, en Latinoamérica y en Colombia, por supuesto, «el público parece decantarse por emociones fuertes, por el atractivo morboso de la miseria y la violencia del nuevo mundo» , pero, curiosamente, ese atractivo se incrementa cuando la miseria y la violencia son las de los personajes sencillos, las de los vecinos de la ciudad.

El tema del narcotráfico y la descomposición política de las ciudades producto de la corrupción y la influencia de los grupos armados, también parece estar presente como constante en la narrativa de este último período. En La virgen de los sicarios y en Rosario Tijeras' los sicarios son, si no los personajes principales, sí los de reparto. En Angosta, en El cerco de Bogotá (Santiago Gamboa, 2003) y en Disfrázate como quieras (Ramón Illán Bacca, 2002), la corrupción y los pro­blemas de conflicto interno se vislumbran como uno de los temas de relevancia a lo largo de la novela. Es claro que mientras en Colombia estos problemas de índole sociopolítica perduren es muy difícil que la literatura no continúe recreando las situaciones que devienen de ellos. Hoy en día, los narradores colombianos siguen su camino en busca de la consolidación de sus obras; mientras tanto sus libros llenarán los anaqueles de las librerías como una legión de escritores iguales, pero diferentes.
PANORAMA DE LA NOVELA COLOMBIANA CONTEMPORÁNEA



GINA PONCE DE LEÓN
La novela colombiana, en las décadas de los setenta y ochenta, se caracterizó por todo un movimiento de renovación y experimentación, tanto en las técnicas como en los temas y por sobre todo, adquirió una plena madurez que se evidencia en las más representativas de las dos décadas. Los escritores de estas narrativas tomaron sus propios caminos de creación: fueron desde lo más tradicional hasta lo más posmoderno y trataron los temas del mundo contemporáneo, dándoles interpretaciones tan variadas como renovadoras. La invención, el humor y la ironía fueron predominantes, así como los problemas que acuciaban a la sociedad del momento.

Los novelistas de los años setenta y ochenta tienen pleno conoci­miento del uso de las técnicas narrativas y del poder de la experimen­tación con el lenguaje; sus escritos se caracterizan por una gran producción, que demuestra una experimentación radical en las técnicas, las cuales terminarán manifestándose con la ficción posmoderna. Esto lleva a que en la novela colombiana de esa época los temas novedosos sean aquellos que muestran una nueva manera de ver el mundo, por medio de tratamientos específicos de la forma narrativa.

La literatura colombiana de los años noventa y de comienzos del siglo XXI merece un estudio que analice la forma como un país que se pierde en el caos de la violencia, sobrevive en un ambiente cultural que cada día es re evaluado por los escritores en forma diversa y original.
LA NARRATIVA COLOMBIANA RECIENTE
MARÍA ELVIRA VILLAMIL

La incomunicación y los intereses personales están en la base del conflicto y forman parte de la violencia sistemática. La Colombia de El capítulo de Ferneli, Debido proceso, la virgen de los sicarios, Chapolas negras, Espárragos para dos leones y Noches de humo, es un choque entre disímiles visiones de mundo, en donde las fuerzas antagónicas o desconocidas convergen y conducen a la destrucción. La violencia arbitraria, el interés personal, la corrupción, la mentira, el odio, la envidia, el error, la incomunicación y la complejidad del entramado ideológico, imposibilitan una salida, y conducen al choque y al vacío. El historiador colombiano Herbert Braun decía que en Colombia se llega a la noción de conflicto con ligereza, como si hubiera estado siempre presente, como si fuera algo natural y propio del país, y que los colombianos asumimos que hay conflicto casi en todo. Infortunadamente, puede decirse que el consenso en estos textos es la noción de conflicto, y sólo el humor, el conocimiento, y el juego textual logran aliviar la violencia en sus historias y sus referentes.

Para concluír, valga decir que, gracias a escritores como Chaparro Valderrama, Vallejo, Behar y Rodríguez Ruíz, el lector colombiano tiene la oportunidad de leer una versión no oficial de los hechos, construída con base en la complejidad de diferentes puntos de vista. Dentro de la novelística colombiana reciente, estas obras son una muestra más del interés y la preocupación de los escritores por el estado de cosas en el país.
LA VIOLENCIA DESDE LA PALABRA


MARÍA HELENA RUEDA

La violencia en Colombia ha venido acompañada de una extensa reflexión sobre sus causas, funcionamiento y consecuencias. La producción discursiva en torno al tema comienza hace unos cincuenta años, época en las que muchos ubican el origen reciente de la situación de guerra que vive actualmente el país. Desde entonces hasta ahora, la literatura, las ciencias sociales y el periodismo investigativo han buscado narrar y entender el funcionamiento de los numerosos conflictos que se reúnen bajo la categoría de "violencia". Quien se proponga analizar los textos de la violencia en Colombia tienen pues a su disposición una cantidad envidiable de materiales : novelas y películas; estudios sobre el fenómeno desde las ciencias sociales, la historia, la filosofía y l psicología; recuentos de tipo periodístico; y finalmente testimonios de víctimas, victimarios, testigos, legisladores y combatientes. Esto sin contar los textos sobre la violencia que se elaboran cotidianamente en los periódicos, los noticieros, los foros de Internet y las conversaciones de café. Como una fuente inagotable, los conflictos violentos del país y los textos que se han tejido en torno de ellos ofrecen siempre nuevos motivos para continuar la reflexión, revisar los argumentos anteriormente planteados, modificar el rumbo de las discusiones y postular nuevas hipótesis. De esta manera continua la producción discursiva sobre la violencia, aunque en ocasiones parezca entrar, al igual que el país, en una especie de callejón sin salida con respecto al deseo implícito de contribuir a una posible solución al problema que constituye su objeto de estudio.


2.    ¿Qué implicaciones tiene el considerar el abordaje semiótico de la literatura según Umberto Eco?

La hipótesis de lectura consiste en que Eco va “cerrando” su noción de interpretación inicialmente abierta a partir del reconocimiento de dos “intencionalidades enunciativas” correlativas a la libertad interpretativa del lector: en primer lugar la de aquella instancia denominada “Autor Modelo” y, fundamentalmente, la de la obra, a partir del reconocimiento y la valoración de la materialidad sígnica que implica tanto unas instrucciones de lectura como una carga de sentido histórico imposibles de ignorar.
Como afirma Hugo Mancuso, “la visión del primer Eco… es una visión positiva, optimista: la obra es abierta, tiene muchas cosas para decirnos, según los lectores y la situación de lectura”(1) Este optimismo inicial, sin embargo, se ve contrastado con los límites que progresivamente Eco va estableciendo con respecto a la apertura total, hasta llegar a la noción de “sobreinterpretación”, que implica un cierre pragmático respecto de la totalidad de las lecturas posibles. En términos del mismo Mancuso, “uno puede leer todo lo que quiera con un límite… no se puede decir que un texto dice lo que explícitamente dice que no dice”(2). Por otro lado, este sentido negativo o pesimista permite reintroducir la noción comunicativa de ruido o interferencia, estrechamente unida a la consideración de la competencia de los lectores empíricos concretos involucrados en el proceso. Así, la multiplicidad de interpretaciones puede estar determinada, sencillamente, por competencias lectoras diferentes (3). A través del recorrido propuesto se verá cómo de un planteo inicialmente estático de la relación entre texto y competencia lectora Eco pasa a un modelo mucho más dinámico en el que reconoce que el texto contribuye a producir la competencia que necesita para lograr la interpretación más adecuada en función de sus propias intenciones.
         Eco efectúa lo que podría denominarse un “giro textual”, pasando de enfocar la multiplicidad de interpretaciones posibles a dar cuenta de los límites que el propio texto impone a la interpretación, sobre todo desde su “literalidad” en tanto “restricción preliminar” que permite distinguir si no interpretaciones más aceptables que otras sí aquellas que resultan “inaceptables” o “aberrantes”.



1) Mancuso, Hugo: La palabra viva. Teoría verbal y discursiva de Michail Bachtin, Buenos Aires: Paidós, 2005, p.49
(2) Op.cit., p.168 n.23
(3) Op.cit. p.166 n.19 
BIBLIOGRAFÍAS


















 TUTORÍA 5
ESCUELAS Y GÉNEROS LITERARIOS

CUADRO SINÓPICO DE LAS ÉPOCAS Y AUTORES LITERARIOS LATINOAMERICANOS





ÉPOCA O AMBIENTE TEMPORAL
OBRAS Y/ O AUTORES
CARACTERÍSTICAS Y /O DEFINICIONES
1.

LITERATURA ABORÍGEN
POPOL  VUH,
CHILAM BALAM,
LOS CAKCHIQUELES,
EL CHILAM BALAM,
LOS QUECHUAS,
YURUPARI


Son expresiones literarias aborígenes. Se da fidelidad a los relatos de los aborígenes y de los escritos encontrados mucho tiempo después de la llegada de los españoles.

2.


CRÓNICAS Y TESTIMONIOS
CRISTOBAL COLÓN
CORTÉS, LÓPEZ DE GOMARA Y DÍAZ DEL CASTILLO
OVIEDO Y DE LAS CASAS
ALVAR NÚÑEZ CABEZA DE VACA
PEDRO CIEZA DE LEÓN
FRAY BERNARDINO DE SAHAGÚN
EL PADRE JOSÉ DE ACOSTA
CRONISTAS ÍNDIOS
EL INCA GARCILASO


Época literaria, donde se recopila una gran variedad de textos precolombinos y de algunos españoles, con relatos  sobre América,  nuestros ancestros, de nuestra tierra y nuestra cultura engendrada. Incluso algunos indígenas con sus diversas lenguas escribieron sobre los acontecimientos  del siglo XVI en el Nuevo Mundo.
Hoy en día son considerados de carácter literario.

3.

EL BARROCO COLONIAL
LUIS DE GÓNGORA Y ARGOTE,
FRANCISCO DE QUEVEDO Y VILLEGAS,
HERNANDO DOMÍNGUEZ CAMARGO,
JACINTO DE EVIA,
LUIS DE TEJEDA,
SOR FRANCISCA JOSEFA DEL CASTILLO Y GUEVARA,
JUAN DE ESPINOSA MEDRANO,
CARLOS DE SIGÛESA Y GÓNGORA,
JUANA INÉS DE LA CRUZ,

Los rasgos básicos del estilo barroco se transmitieron a América fundamentalmente por medio de la enseñanza de los religiosos, que utilizaban libros o estampas que contenían obras realizadas por artistas europeos.

Asimismo, la presencia de artistas europeos, criollos, indígenas y mestizos contribuyó a crear un lenguaje plástico propio de cada una de las grandes regiones americanas.

Una de las principales características del Barroco americano es la importancia que adquirió la arquitectura con respecto a las otras artes. Esta propuesta se debe a la necesidad de crear iglesias para recibir a las poblaciones recientemente cristianizadas.

El barroco americano es la primera expresión  de la independencia latinoamericana.

4.

EL ROCOCÓ Y NEOCLÁSICO
FRANCISCO XAVIER CLAVIGERO(HISTORIA ANÍTUGUA DE MEXICO),
FRANCISCO DE MIRANDA,
FRAY SERVANDO TERESA DE MIER
ANTONIO PAZ Y SALGADO
FRANCISCO EUGENIO DE SANTA CRUZ
MANUEL JUSTO DE RUVALCABA
FRANCISCO ANTONIO VÉLEZ (LADRÓN DE GUEVARA)
JUAN BAUTISTA AGUIRRE (CARTA  A LISARDO)
Con el inicio del rococó, va desapareciendo el neoclasísmo. La poesía popular rococó se redujo a los versos que se se recitaban, de improvisto, ante las andas de una procesión; la poesía académica rococó, al simple apasionamiento del brillo barroco.
 El rococó se caracteriza por la opulencia, la elegancia y por el empleo de colores vivos, los cuales contrastan con el pesimismo y la oscuridad del barroco.
5.

NEOCLACISISMO AMERICANO E INDEPENDENCIA
JOSE JOAQUÍN FERNEÁNDEZ DE LIZARDO( EL PENSADOR MEXICANO),
JOSE JOAQUÍN DE OLMEDO
(ELEGÍA A LA MUERTE DE DOÑA MARÍA ANTONIA DE BORBÓN),
ANDRÉS BELLO( DERECHO INTERNACIONAL),
JOSÉ MARÍA HEREDIA( ODA AL NIAGARA),


El neoclasicismo exalto el gusto por la antigüedad clásica y la civilización grecorromana, Neoclasicismo significa nuevo clásico es decir volver la mirada a las culturas clásicas: Grecia y Roma.

En la literatura neoclásica prevalece la razón dejando las emociones. Sin ella están los ideales del orden, la lógica y el buen gusto..

En Hispanoamérica el neoclasicismo defendió el predominio de la razón y el equilibrio en contraposición al sobrecargó estilo barroco que caracterizo a las épocas coloniales.
6.

LITERATURA GAUCHESCA
ESTANISLAO DEL CAMPO (POESÍAS)
JOSÉ HERNÁNDEZ
HILARIO ASCASUBÍ(SANTOS VEGA)
Se trata de una escritura dividida en cantos, escritos en versos.
El personaje típico es el gaucho, miembro de una clase social baja; aplica un lenguaje popular que se usaba en la campaña. Lo característico de este género es que usando un personaje de clase social baja con una lengua tan popular, se formaron grandes escritores.
7.

EL
ROMANTICISMO
JORGE ISAACS
JUAN LEÓN MERA
 OBRA-“MARÍA”
JOSÉ MARMOL
JUAN MANUEL ORTIZ DE ROSAS
En este período romántico se dieron géneros literarios, referidos a la poesía romántica, a la novela  y al ensayo en esta época se destaca la amplia gama de autores, fenómeno que más tarde se extendiera por la salida del continente de su letargo colonial.
8.

EL COSTUMBRISMO
RICARDO PALMA
EUGENIO DÍAZ
LUCIO VICTORIO MANSILLA

 El costumbrismo literario consistió en reflejar los usos y costumbres sociales sin analizarlos ni interpretarlos, ya que de ese modo se entraría en el realismo literario, con el que se haya directamente relacionado. Así, se limita a la descripción, casi pictórica, de lo más externo de la vida cotidiana. Por lo general se daba en prosa más que en verso, lo cual no quiere decir que sea privativo; este género se ha destacado en el género teatral en el que  ha dado grandes obras costumbristas.
9.

EL REALISMO
TOMÁS CARRASQUILLA
INGNASIO MANUEL ALTAMIRANO
ROBERTO J. PAYRO
En cuanto a los procedimientos literarios del Realismo, son característicos el abuso de la descripción detallada y prolija, el uso del párrafo largo y complejo provisto de abundante subordinación, la reproducción casi magnetofónica del habla popular tal cual se pronunciaba y sin corrección alguna que pretenda idealizarla y el uso de un estilo poco caracterizado, un lenguaje "invisible" que exprese objetivamente sin llamar la atención sobre el escritor.
10.













EL MODERNISMO












RUBEN DARÍO
JOSÉ MARTI
ENRIQUE LARRETA
MANUEL GANZALES PRADA
SALVADOR DÍAS MIRÓN
MANUEL GUTIERREZ







Este fue un movimiento tan amplio como contradictorio, cuya gestación no procedió de un manifiesto o una escuela en particular, el nombre da origen al término modernista según Juan Ramón
Lo relato como “Nombre dado a un movimiento teológico, de católicos, protestantes y judíos .continuo este movimiento en la iglesia católica, y pretendía continuar el dogma en la crítica moderna de la iglesia católica.




11.

EL POS MODERNISMO
LEOPOLDO LUGONES
RAMÓM LÓPEZ VELARDE
BALDOMERO  FERNÁNDEZ MORENO
Esta fue  una  relación conservadora  en primer lugar del modernismo mismo, que se hizo habitual y retórico como toda revolución literaria triunfante y restauradora de todo lo que en el ardor de la lucha la naciente revolución negó.



12.

LOS VANGUARDISMOS
(GENERAL)

LAURENCE STERNE (VIDA Y OPINIONES DEL CABALLERO TRISTRAM SHANDY)
CHARLES NODIN (LES SEPT CHATEAUX DU ROI DE BOHEME)
LEWIS CARROL
JORGE LUIS BORGES ( PRISMA)
VICENTE HUIDOBRO (POR QUE CANTAIS LA ROSA, ¡OH POETAS!HACEDLA FLORECER EN EL POEMA)
LUIS VIDALES (LA OBRERIADA)
CESAR VALLEJO
PABLO NERUDA
NICOLAS GUILLEN
El Vanguardismo viene del termino Francés avan-garden, fue utilizada inicialmente por militares para hacer referencia a la "primera fila" de exploración. Vanguardia significa innovar, ir en contra de los parámetros establecidos por eso la única regla del vanguardismo es no respetar ninguna regla. El movimiento vanguardismo abarca la literatura, arquitectura, arte, música, teatro y pintura, buscando una libertad de expresión nunca antes vista. Como características se destacan; El poeta vanguardista presenta al pasado como inservible, hay que dejar todo lo que esta atrás para empezar una nueva etapa que nazca del interior, se apoya en la inconformidad y originalidad.
Van contra las reglas tradicionales, buscan una libertad de expresión máxima, Se presenta una conciencia social marcada, se preocupan por el destino del hombre y la tierra como vemos en el poema masa de Cesar Vallejo.

13.

REALISMO SOCIAL
GUSTAVE COURBET (EL ENTIERRO DE ORNANS)
HONORÉ DAUMIER (VAGÓN DE TERCERA)
MARTIN LUIS GUZMAN(ANDANZA DE UN REBELDE – LAFIESTA DE LAS BALAS)
MAURICIO MAGDALENO(MAPIMI)
GREGORIO LOPEZ Y FUENTES(CAMPAMENTO)
RAFAELMUÑOZ
MARIANO ANZUELA
La literatura se enriqueció con este periodo de las tres décadas. Se caracteriza por rehuir lo político y optar por la crítica social, con el obrero y la sociedad industrial protagonizando las obras de arte. Temas centrales: el mundo rural y urbano, las clases populares, los ambientes familiares y las escenas laborales. Se desacralizan los temas religiosos y se denuncian las condiciones de marginación, miseria y pobreza en que vivían las clases más bajas. Este arte fue rechazado por el público burgués.
14.

REALISMOS IMAGINARIOS
CARPENTIER(LOS PASOS PERDIDOS)
GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ( CIEN AÑOS DE SOLEDAD)
VARGAS LLOSA ( LA CIUDAD Y LOS PERROS)
CORTAZAR, FUENTES.

Funde la realidad narrativa con elementos fantásticos y fabulosos, no tanto para reconciliarlos como para exagerar su aparente discordancia. Esta se caracteriza por la inclusión y el respeto a los mitos dentro de un contexto realista.

15.

LA POESIA
TRASCENDENTAL Y
COLOQUIAL
FERNÁNDEZ RETAMAR
RUBÉN DARÍO (CANTOS DE VIDA Y ESPERANZA-POESIA JOVEN DE CUBA)
OCTAVIO PAZ (LOS HIJOS DEL LIMO)
ERNESTO CARDENAL
Roque Dalton
EDGAR A. POE

Busca comunicar al lector sus experiencias, sentimientos y convicciones políticas, ideológicas y religiosas.
Utiliza el lenguaje de la calle. A veces recurre a terminología propia de jergas técnicas o políticas. implica una aproximación a la naturalidad de la expresión oral mediante la mezcla de distintos géneros y el uso de diferentes registros lingüísticos que pretenden impresionar o llamar la atención del lector, ya sea a través de citas, frases hechas, mención de personajes conocidos, giros coloquiales, canciones populares o de moda, etc., tradicionalmente contrapuestos al código poético tradicional.
16.

TEATRO HISPANOAMERICANO

WILLIS KNAPP JONES (BREVE HISTORIA DEL TEATRO LATINOAMERICANO)
FRANK DAUSTER (HISTORIA DEL TEATRO PANAMERICANO)
CARLOS SOLORZANO
RODOLFO USIGLI
JUANLUIS DE ALARCON
FLORENCIO SANCHEZ
Aunque no alcance la altura de la narrativa y de la poesía, el teatro hispanoamericano comienza su renovación en los años veinte. A partir de entonces la dramaturgia suramericana evoluciona al compás del resto del mundo: pasa por una fase de compromiso político-social, la representación experimenta grandes cambios y en los últimos años se va afianzando la creación colectiva.
16.

ENSAYISTAS LATINOAMERICANOS
Manuel González Prada [Perú, 1844-1918]
Rubén Darío [Nicaragua, 1867-1916]
José Enrique Rodó [Uruguay, 1871-1917]
Fernando Ortiz [Cuba, 1881-1969]
José Vasconcelos [México, 1882-1959]
Gabriela Mistral [Chile, 1889-1957]
Alfonso Reyes [México, 1889-1959]
José Carlos Mariátegui [Perú, 1894-1930]
Ezequiel Martínez Estrada [Argentina, 1895-1964]
Miguel Ángel Asturias [Guatemala, 1899-1974]
Jorge Luis Borges [Argentina, 1899-1989]
Germán Arciniegas [Colombia, 1900-1999]
Luis Alberto Sánchez [Perú, 1900-1994]
Mariano Pico-Salas [Venezuela, 1901-1965]
Pablo Neruda [Chile, 1904-1973]
Alejo Carpentier [Cuba, 1904-1980]
Enrique Anderson Imbert [Argentina, 1910-2000]
Ernesto Sábato [Argentina, 1911]
Julio Cortázar [Argentina, 1914-1984]
Octavio Paz [México, 1914-1998]
Gabriel García Márquez [Colombia, 1927]
Guillermo Cabrera Infante [Cuba, 1929]
Elena Poniatowska [México, 1933]
Gabriel Zaid [México, 1934]
Mario Vargas Llosa [Perú, 1936]
Carlos Monsiváis [México, 1938]
Rosario Ferré [Puerto Rico, 1938]
Nestor García Canclini [Argentina, 1939]
Beatriz Sarlo [Argentina, 1942]
Enrique Krauze [México, 1947]"

Los grandes intelectuales de Latinoamérica han usado el estilo ensayístico para elaborar sus pensamientos sobre temas amplios como la historia cultural e económica, psicología, crítica capitalista, crítica literaria, el progreso, la tecnología: al fin, interpretan los problemas y realidades de Latinoamérica.

Algunos pensadores/escritores latinoamericanos, gustan una complicación de estas obras diversas.





PAÍS PERÚ

LITERATURA ABORIGEN INCA

LITERATURA.

Existía una rica y variada literatura oral en el área del Imperio inca. Algunas muestras de poesía religiosa, narraciones y leyendas quechuas han llegado a nosotros gracias a que fueron transcritas por cronistas como Cristóbal de Molina, el Cuzqueño, autor de Fábulas y ritos de los incas (1573); Santa Cruz Pachacuti, indio evangelizado defensor de la Corona española, que escribió la Relación de antigüedades de este reino del Perú (1613), donde describe la religión y filosofía quechuas y recoge en lengua quechua algunos poemas de la tradición oral; el Inca Garcilaso de la Vega (1539-1616); y Felipe Guamán Poma de Ayala cuya obra "Nueva crónica" y "buen gobierno" permite reconstruir buena parte de la historia y genealogía de los incas, así como numerosos aspectos de la sociedad peruana posterior a la conquista.
Gracias a ellos y a otros cronistas del siglo XVII, una parte de este legado pervivió y es una fuente viva para la literatura posterior. Esa labor fue continuada mucho después por antropólogos, historiadores e investigadores modernos y contemporáneos; en este siglo, uno de los más influyentes es José María Arguedas, importante también por su obra novelística, que subraya la importancia del carácter bilingüe y multicultural del Perú.
La poesía incaica o quechua tenía como temas las plantas, las flores, los animales, debido a sus actividades agrícolas.
Sus poesías se acompañaban con música y baile.
Había puestos determinados entre los poetas y artistas incas, por ejemplo el "amauta" era el poeta oficial de la corte, el "haravec" el poeta popular. Como también los cantos entonados tenían su respectivo nombre, por ejemplo el "yaravi" era poesía lírica de tema amatorio, y el "hahuay" era un lamento.



Ricardo Gonzáles Vigil nos dice “... El fruto capital del encuentro idiomático y literario fue el nacimiento de una literatura mestiza, una literatura que ya no era ni únicamente española, ni puramente indígena. Nos guste o no, con las huestes de Francisco Pizarro acabó la época del antiguo Perú y comenzó la nueva época de un Perú en trance de mestizaje integrador (...) Claro que, como alerta Mariátegui, la palabra “mestizaje” puede sugerir algo falso: una fusión, más o menos proporcionada y armónica, entre realidades socioculturales diferentes. Y lo que hubo fue una imposición excesiva de la realidad socio-cultural de una minoría (la europea), junto con la represión

CRÓNICAS Y TESTIMONIOS  

Las primeras manifestaciones literarias fueron las coplas recitadas por los conquistadores; un ejemplo es la célebre copla escrita por un soldado durante el segundo viaje de Pizarro, quejándose ante el gobernador de Panamá de las penalidades que padecían:


Pues, señor Gobernador,
mírelo bien por entero,
que allá va el recogedor
y aquí queda el carnicero.


BARROCO COLONIAL
El primer libro publicado en la ciudad de Lima es la Doctrina Christiana y Cathecismo para la Instrucción de los Indios (1584) del impresor Antonio Ricardo, con lo que se inaugura propiamente la idea de literatura peruana. Este primer catecismo es publicado en castellano, quechua y aymara. Durante las décadas anteriores, ya se había establecido el sistema de reducciones producto de las reformas del virrey Francisco de Toledo (1569-1581) que separaron la sociedad colonial en dos repúblicas, república de Indios y república de Españoles (es el período en el que se realizaron la mayor cantidad de extirpación de idolatrías). También se promulgaron las Leyes de Indias que establecían lo siguiente:

                 “[q]ue no se imprima, ni vse Arte, ni Vocabulario de la lengua de los Indios, sin estar aprobado conforma á esta ley”; “[q]ue no se consientan en las Indias libros profanos y fabulosos. Porque de llevarse á las Indias libros de Romance, que traten de materias profanas, y fabulosas y historias fingidas se siguen muchos inconvenientes (…) que ningun Español, ni Indio los lea”; “[q]ue se recojan los libros de Hereges, y impida su comunicación. Porqve los Hereges Piratas con ocasion de las presas y rescates han tenido alguna comunicacion en los Puertos de Indias, y esta es muy dañosa á la pureza con que nuestros vasallos creen y tienen a la Santa Fé Catolica por los libros hereticos y proposiciones falsas, que esparcen y comunican á gente ignorante.”

Leyes de Indias, Libro I, título XXIVcolor

ROCOCÓ Y NEOCLÁSICO

Resonancia, coletazo, o movimiento paralelo del desencadenado en Perú por Túpac Amaru, la Revolución Comunera de 1781 en la Nueva Granada demostró que si bien las reformas borbónicas pretendían traer, y trajeron, dinamismo económico e ilustración al mundo americano, también acarrearon para el pueblo cargas intolerables. Una poesía anónima lo reflejó con exacta nitidez:

La naranja, siempre amarga

si se exprime demasiado,

y el borrico recargado,

siempre se echa con la carga.

NEOCLASICISMO


"La jeta del guerrero", caricaturizó la fisonomía indígena del caudillo Andrés de Santa Cruz, lo que le ha creado el estigma de “racista”:

Lleva caballos, cañones,
lleva cinco mil guanacos,
lleva turcos y polacos
y abundantes municiones.
Pero, lo que más inquieta
su marcha penosa y larga
es la carga
de su jeta.

LITERATURA GAUCHESCA



Julián Martín Castro, nacido en Merlo en 1882 y fallecido en 1971. Por el año 1925, Castro canto en la “Glorieta de Aulita”, en Carlos Calvo y cuyo dueño, un tal Angelito, era amigo de Pedro Bidegain, que acudía a escuchar al payador. En algún momento Castro canto en el barrio con la compañía del payador argentino Luis Acosta García y con el uruguayo Juan Pedro López. Entre otro temas, se le escuchaba cantar aquello de.

“Hombre que te degeneras
al pie de los mostradores,
y gastándote en licores
el fruto de tu sudor...”

Pero lo curioso del caso, es que los parroquianos, después de aplaudir estos versos, pedían “Otra vuelta de tinto...”



ROMANTICISMO

LAS TRES ETCETERAS DEL LIBERTADOR


Ricardo Palma

Si don Simón Bolívar no hubiera tenido en asunto de faldas aficiones de sultán oriental, de fijo que no figuraría en la Historia como libertador de cinco repúblicas. Las mujeres le salvaron siempre la vida, pues mi amigo Gacía Tosta, que está muy al dedillo informado en la vida privada del héroe, refiere dos trances que en 1824 eran ya conocidos en el Perú.
Apuntemos el primero. Hallándose Bolívar en Jamaica en 1810, el feroz Morillo o su teniente Morales enviaron a Kingston un asesino, el cual clavó por dos veces un puñal en el pecho del comandante Amestoy, que se había acostado sobre la hamaca que acostumbraba a dormir el general. Éste, por causa de una lluvia torrencial, había pasado la noche en brazos de Luisa Crober, preciosa joven dominicana, a la que bien podía cantársele lo de:


Morena del alma mía;
morena, por tu querer
pasaría yo la mar
en barquito de papel.



 COSTUMBRISMO

Luis Alberto Sánchez lo explica con acierto en el mentado estudio:

Un dolor así, tan discutible, impresionaba poco. La época estaba, al parecer
sedienta de tristeza, más tal vez era sólo tedio lo que ahí se disfrazaba de
melancolía. Y, como el romántico peruano no iba en busca de su propio ser;
como era antirrousoniano, ya que no escarbaba su recuerdo ni su sensibilidad,
acabó produciendo un reflejo de otros reflejos, devolviendo con ayes lecturas
lacrimosas, e inventando una suerte de antología del lamento, del lamento
erudito, del lamento leído, mientras en Argentina la queja viril se nutría con
jugos de vida y de tragedia... (Sánchez 1974, pág. 90).

REALISMO

Mercedes Cabello Llosa de Carbonera

Fragmentos de El conspirador

Cuando cumplí quince años, era ya un mozancón muy espigado y muy dado a hombrearme con mozos mayores que yo y todo aquel raquitismo, que mi tía explicaba con el feo y antipático calificativo de sietemesino, había desaparecido casi del todo; y aunque conservaba mi constitución delicada y nerviosa, sentía ya los primeros de la edad viril que rápidamente se manifestaba en mí. Las atipladas infecciones de mi voz principiaron a desafinarse como cuerdas que, al engrosar, se hubieran tornado broncas y sonoras.


Dos años habían ya transcurrido desde que el colegio; como yo era aficionado a buscar la compañía de los que en los colegios se llama los grandes, me acontecía, con frecuencia, sentirme cruelmente humillado cuando alguno de ellos, con aire confidencial y con detalles y peripecias, relataba sus conquistas amorosas, las que yo escuchaba con secreta envidia.

Y si bien mi carácter era atrevido y aventurero, la vida del seminario, bajo la estricta disciplina religiosa que nos obligada a la humildad y al apocamiento de ánimo, debilitó mi espíritu, tornándose casi tímido y amilanado; lo cual se manifestaba más claramente, así que se trataba de empresas que llevaran mi acción fuera de las aulas estudiantiles. (…)

Yo pasaba revista a cuantas mujeres conocía y a todas las hallaba inaccesibles; y no porque fuera muy exigente en mis gustos, ni porque la deseara dechado de perfecciones, ni tampoco una Eloísa de pasión, ni una Cleopatra de gracia y sensualismo.


MODERNISMO



José Martí



La niña de Guatemala

Quiero, a la sombra de un álamo,

contar este cuento flor:

la niña de Guatemala,

la que se murió de amor.

Eran de lirios los ramos,

Y las orlas de reseda

y de jazmín; la enterramos

en una caja de seda.

Ella dio al desmemoriado

una almohadilla de olor;

él volvió, volvió casado,

ella se murió de amor.

Iban cargándola en andas

obispos y embajadores;

de tras iba el pueblo en tandas,

todo cargado de flores.

Ella, por volverlo a ver,

salió a verlo al mirador;

el volvió con su mujer,

Como de bronce candente

al beso de despedida,

era su frente: ¡la frente

que más he amado en mi vida!

Se entró de tarde en el río,

la sacó muerta el doctor;

dicen que murió de frío;

yo sé que murió de amor.

Allí, en la bóveda helada,

la pusieron en dos bancos;

Besé su mano afilada,

besé sus zapatos blancos.

Callado al oscurecer,

me llamó el enterrador;

¡nunca más he vuelto a ver

a la que murió de amor!

ella se murió de amor.



POSMODERNISMO

EL CABALLERO CARMELO 

(Fragmento) Cuento de Abraham Valdelomar

... Una tarde, mi padre, después del almuerzo, nos dio la noticia. Había aceptado una apuesta para la jugada de gallos de San Andrés, el 28 de Julio. No había podido evitarlo. Le habían dicho que el Carmelo, cuyo prestigio era mayor que el alcalde, no era un gallo de raza. Moléstose mi padre. Cambiáronse frases y apuestas; y aceptó. Dentro de un mes toparía el Carmelo con el Ajiseco de otro aficionado, famoso gallo vencedor, como el nuestro, en muchas lides singulares. Nosotros recibimos la noticia con profundo dolor. El Carmelo iría a un combate y a luchar a muerte, cuerpo a cuerpo, con ungallo más fuerte y más joven. Hacía ya tres años que estaba en casa, había él envejecido mientras crecíamos nosotros, ¿por qué aquella crueldad de hacerlo pelear?..........................................................................................................
La primera jornada había terminado. Ahora entraba el nuestro: el “Caballero Carmelo”. Un rumor de expectación vibró el circo.

VANGUARDISMO
BLASÓN José Santos Chocano


 ¡Soy el cantor de América autóctono y salvaje: mi lira tiene un alma, mi canto un ideal. Mi verso no se mece colgado de un ramaje con vaivén pausado de hamaca tropical... Cuando me siento inca, le rindo vasallaje al Sol, que me da el cetro de su poder real; cuando me siento hispano y evoco el coloniaje parecen mis estrofas trompetas de cristal. 

LA CIUDAD Y LOS PERROS 

(fragmento)

Mario Vargas Llosa
- Lo que pasa –dijo Bebe- es que a lo mejor no te declaras bien. Trata de impresionarla. ¿Ya sabes lo que vas a decirle?

- Más o menos –dijo Alberto-. Tengo una idea.
- Eso es lo principal –afirmó Bebe- Hay que tener preparadas todas las palabras.
- Depende –dijo Pluto- Yo prefiero improvisar. Vez que la caigo a una chica, me pongo muy nervioso, pero apenas comienzo a hablarle se me ocurren montones de cosas. Me inspiro.
- No -dijo Emilio- El Bebe tiene razón. Yo también llevo todo preparado. Así, en el momento sólo tienes que preocuparte de la manera cómo se lo dices, de las miradas que le echas, de cuándo le coges la mano.
- Tienes que llevar todo en la cabeza –dijo el Bebe- Y si puedes, ensáyate una vez ante el espejo.
- Sí -afirmó Alberto. Dudó un momento: -¿Tú qué le dices?
- Eso varía –repuso el Bebe- Depende de la chica. –Emilio asintió con suficiencia- A Helena no puedes preguntarle de frente si quiere estar contigo. Primero tienes que hacerle un buen trabajo.
- Quizá me largó por eso –confesó Alberto- La vez pasada le pregunté de golpe si quería ser mi enamorada.
- Fuiste un tonto –dijo Emilio- Y además, te le declaraste en la mañana. Y en la calle. ¡Hay que estar loco!
- Yo me declaré una vez en misa –dijo Pluto- Y me fue bien.
- No, no –lo interrumpió Emilio. Y se volvió a Alberto. Mira. Mañana la sacas a bailar. Esperas que toquen un bolero. No vayas a declararte en un mambo. Tiene que ser una música romántica.
- Por eso no te preocupes –dijo el Bebe-. Cuando estés decidido, me haces una seña y yo me encargo de poner “Me gustas” de Leo Marini.
- ¡Es mi bolero1 –exclamó Pluto-. Siempre que me declaro bailando “Me gustas” me han dicho sí. No falla.
- Bueno –dijo Alberto- Te haré una seña.
- La sacas a bailar y la pegas –dijo Emilio- A la disimulada te vas hacia un rinconcito para que no te oigan las otras parejas. Y le dices, al oído, “Helenita, me muero por ti”.
- ¡Animal! –gritó Pluto- ¿Quieres que lo largue otra vez?
- ¿Por qué? –preguntó Emilio- Yo siempre me declaro así.
- No –dijo Bebe-. Eso es declararse sin arte, a la bruta. Primero pones una cara muy seria y le dices: “Helena, tengo que decirte algo muy importante. Me gustas. Estoy enamorado de ti. ¿Quieres estar conmigo?”.
- Y si se queda callada –añadió Pluto-, le dices: “Helenita, ¿tú no sientes nada por mí?.
- Y entonces le aprietas la mano –dijo el Bebe- Despacito, con mucho cariño.
- No te pongas pálido, hombre –dijo Emilio, dando una palmada a Alberto-. No te preocupes. Esta vez te acepta-
- Sí –dijo el Bebe- Ya verás que sí.
- Después que te declares les haremos una rueda –dijo Pluto-. Y les cantaremos: “Aquí hay dos enamorados”. Yo me encargo de eso. Palabra.
Alberto sonreía.
- Pero ahora tienes que aprender el mambo –dijo el Bebe- Anda, ahí te espera tu pareja.
Pluto había abierto los brazos teatralmente

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