Conversación
en la montaña
¿Me
preguntas por qué habito
en estas colinas verdes jade?
Yo sonrío. No hay palabras para expresar
el sosiego de mi corazón.
¡Que fascinante la flor del melocotón
arrastrada por la corriente del agua!
Aquí vivo en otro reino
más allá del mundo de los hombres.
Autor: LI TAI PO
Calila e Dimna
¿Conforman los textos agrupados en el libro llamado el Calila e Dimna los cuentos más
antiguos producidos nunca en
la lengua de Castilla, nuestro castellano?
No se sabe bien,pero en todo caso son bastante antiguos: están datados con relativa seguridad en 1251. En pleno siglo XIII, el rey Alfonso X “el sabio” mandó traducir unas colecciones de apólogos −relatos de hechos reales o ficciones que terminan con alguna enseñanza moral−, que más tarde tomarían la designación de fábulas. Esos apólogos provenían de la India y databan de fechas no muy precisas amén de remotas: los más antiguos del año 531, en idioma persa; se conocía además una traducción al árabe del 750.
No se sabe bien,pero en todo caso son bastante antiguos: están datados con relativa seguridad en 1251. En pleno siglo XIII, el rey Alfonso X “el sabio” mandó traducir unas colecciones de apólogos −relatos de hechos reales o ficciones que terminan con alguna enseñanza moral−, que más tarde tomarían la designación de fábulas. Esos apólogos provenían de la India y databan de fechas no muy precisas amén de remotas: los más antiguos del año 531, en idioma persa; se conocía además una traducción al árabe del 750.
Los protagonistas son Calila
y Dimna, dos hombres lobos que corren aventuras en
la corte del rey león.
Aparecen con esos nombres en un texto de origen búdico, escrito en
sánscrito (¿siglo III?),
llamado el Pachatantra. De allí deriva todo el Calila e Dimna,
relato anónimo, a menos que
se le atribuya a Berzebuey, filósofo y médico del siglo VI,
el traductor al persa
(versión perdida); o a Abdalla Ben Almocafa, que realizó a mediados
del siglo VIII la traducción
al árabe, de la cual proviene la versión castellana. Berzebuey
se pone él mismo como
protagonista, un recurso común en la narrativa antigua. Abdalla
es el autor del prólogo y se
permite introducir sus relatos propios. Pero además los
traductores opinan sobre los
relatos originales y sobre la vida en general, y hacen el
panegírico de sus creencias,
y despliegan sus conocimientos de la medicina y de la
filosofía y de las lenguas.
El Calila e Dimna es por ello un libro sumamente intervenido.
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